El jefe del espionaje francés, obligado a declarar en el escándalo que implica a Chirac y Villepin
El abogado del general Rondot denuncia que su cliente está siendo tratado como un "delincuente"
El que fuera jefe de los servicios secretos de Francia y principal testigo en el escándalo de las falsas cuentas secretas de distintos políticos, Philippe Rondot, ha sido obligado a ir a declarar ante los jueces tras negarse a acudir voluntariamente la semana pasada. Este escándalo mantiene en la cuerda floja al primer ministro, Dominique de Villepin, y al presidente de la República, Jacques Chirac.
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El abogado del general Rondot denuncia que su cliente está siendo tratado como un "delincuente", pero el superespías sabía que iba a ser detenido tras anunciar hace una semana que no acudiría voluntariamente a testificar ante los jueces que investigan el origen de los falsos listados de cuentas ocultas que implican a varios políticos franceses.
Rondot estima que sus derechos no fueron respetados en su primera declaración y que la instrucción ha quedado "invalidada" con la publicación en la prensa de sus notas sobre la investigación que le encargó Villepin.
En esta ocasión no se espera ninguna novedad, ya que el general ha dicho que no responderá ninguna pregunta.