Gastro | Ocio y cultura
Hooters

Alitas y escotes: Hooters vuelve a España

La cadena de comida rápida norteamericana, célebre por el escotado uniforme que lucen sus camareras, anuncia la apertura de un restaurante en Barcelona este verano y la de otros 14 por toda España en los próximos siete años

Su criterio de selección de personal puede resumirse en una sola imagen. / HOOTERS

Su criterio de selección de personal puede resumirse en una sola imagen.

Madrid

En inglés existe una palabra, breastaurant, que mezcla dos conceptos: pecho (breast) y restaurante. Un término que algunos ya han traducido como tetaurante y que, en todo caso, define a la perfección el espíritu de negocios en los que, además de ofrecer comida y bebida, solo atienden camareras (todas son mujeres) con uniformes escotados y ajustados. Un modelo de negocio que ha generado muchas críticas por machismo, pero también mucho dinero.

Más información

Hooters fue el primer brestaurant. Según la información disponible en su web, en 1983 seis empresarios sin experencia en hostelería decidieron crear "un restaurante del que no pudieran echarles" y, lo que empezó con un local en Florida, ya se ha convertido en una cadena de 420 establecimientos con presencia en 29 países. Eso y mucha competencia: Redneck Heaven, Tilted Kilt Pub & Eatery, Twin Peaks, Bombshells, Ojos Locos, Bikinis Sports Bar & Grill, Racks, Show-Me's, Mugs & Jugs...

En España ya hay empresarios dispuestos a contratar a camareras "con buen pecho y mínima experiencia", pero ninguna cadena de restaurantes había llegado tan lejos. Ninguna salvo la misma Hooters, en realidad, que ya contó con un local en Gran Canaria entre 2007 y 2010, y que a finales del próximo mes de julio o principios de agosto, según confirma Víctor López, su director legal para España y Portugal, abrirá un local en el centro comercial Vilamarina de Viladecans (Barcelona).

El cierre del local de Gran Canaria no se debió a motivos económicos sino a que el socio local, al parecer, "no supo plasmar la esencia Hooters que diferencia a esta cadena de otras", por lo que se decidió retirarle la licencia de uso de la marca, según detalla Víctor López, quien señala también que el plan de la empresa, en una primera fase de siete años, es abrir 15 establecimientos en ocho ciudades y que, después de Barcelona, llegarán los de Madrid y Sevilla. En la capital, de hecho, está previsto que haya un local en el centro y otro en las afueras. El proceso de selección de personal aún no se ha puesto en marcha, pero "no tardará".

Al preguntarle por el uniforme de trabajo de las camareras, López responde de forma tajante: "Vamos a cumplir la más estricta legalidad vigente. Hooters es un casual dining que tiene como seña fundamental la emisión de espectáculos deportivos y el espíritu que transmite es sano, joven, agradable y divertido. Aunque pueda resultar un poco chocante en una ciudad a la que aún no ha llegado, Hooters es una marca con más de 30 años de historia y 400 restaurantes. Normalmente el público termina adaptándose a nuestra filosofía".

En este sentido, Víctor López detalla que la inauguración del primer Hooters en Japón supuso "un choque" y generó "bastante revuelo", pero apunta que la empresa ya ha abierto cinco locales y con "un éxito arrollador".

"Estamos dispuestos a aceptar todas las opiniones y críticas que vengan, pero teniendo en cuenta que cumplimos con toda la legalidad española", afirma. "Si hay alguien a quien no le gusta Hooters, esperamos que acabe gustándole el concepto cuando nos pruebe y comprenda lo que somos".

Libertad de empresa vs. hipersexualización

La oferta gastronómica de Hooters no es demasiado diferente a la de otras cadenas de comida rápida de EE UU: alitas de pollo, hamburguesas, patatas fritas... Especialidades muy populares que, sin embargo, en lo que a reputación nutricional se refiere, no pasan por su mejor momento. La mayor crítica que puede hacérsele, de todas formas, no tiene que ver con el sabor de sus platos.

Al preguntarle a la periodista gastronómica de Le Monde Maria Canabal, esta señala que el concepto Hooters le parece "lamentable". Canabal es también la presidenta del Parabere Forum, un congreso gastronómico que opera bajo el lema Empowering Women [empoderando a las mujeres]. "Estuve en un Hooters de Dallas y me pareció muy triste, muy básico y muy primitivo porque, aunque la comida está muy mala, la gente va allí a mirar", añade.

Alitas de pollo.

Alitas de pollo. / HOOTERS

Alitas de pollo.

Alitas de pollo. / HOOTERS

Laura Nuño Gómez, directora del Observatorio de Igualdad de Género de la Universidad Rey Juan Carlos, explica por teléfono que este tipo de modelo responde a la "mercantilización e hipersexualización de la mujer" y que lanza un claro mensaje "sobre qué es una mujer y para qué sirve: un objeto sexual para deleite de los hombres". Pero el caso le recuerda al de empresas de contratación de azafatas de congresos y pronostica "con indignación, que no resignación", que Hooters acabará acogiendo cenas de empresa porque, "en España, como demuestra la existencia de los prostíbulos, las tragaderas son notables".

Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR) celebra el  "hecho siempre positivo de que se valore nuestro país como un lugar en el que la inversión es interesante y con la economía en crecimiento". Al mismo tiempo señala que "por lo que parece, del hecho de ser muy llamativos o incluso polémicos, Hooters hace un estilo para entrar pisando fuerte". 

"Nuestra premisa como Federación es que no se puede hacer nada que no sea legal y hay que respetar también la dignidad de las personas. Tienen un enfoque muy marcado en la contratación de personal, pero tampoco a nadie se le obliga a trabajar en un establecimiento con estos requerimientos", añade.

"Si hubiese algún tipo de incumplimiento, hay mecanismos para denunciarlo y corregirlo, pero la libertad de empresa recoge la tematización de establecimientos. Hay colectivos para los que este enfoque puede ser desagradable o poco respetuoso. A ciertos grupos con valores religiosos o feministas les puede resultar ofensivo, pero la sociedad es muy diversa y muy compleja", argumenta. "En televisión tampoco veo a ningún presentador o presentadora que no tenga cierto atractivo. Forma parte de la conceptualización de los negocios".

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00