Toledo, Mérida, San Sebastián y Cataluña, contra todos los demás
- Los destinos nacionales e internacionales compiten en Fitur por atraer al turista gastronómico
- Las capitalidades gastronómicas estimulan la organización de rutas y festivales temáticos
Madrid
En 2016 Toledo es Capital Española de la Gastronomía, Mérida es Capital Iberoamericana de la Gastronomía, San Sebastián es Capital Europea de la Cultura y Cataluña es Región Europea de la Gastronomía. Cuatro títulos que brillan con luz propia en Fitur 2016 y que ponen de manifiesto cómo todo lo relacionado con el comer y el beber se ha convertido en un reclamo para el turismo nacional e internacional.
La capitalidad donostiarra es, quizás, la menos específica de todas, pero en el País Vasco todo el mundo sabe que, si se habla de cultura, no pueden faltar los mercados, los bares o las sociedades gastronómicas.
San Sebastián es también una de las ciudades con más estrellas Michelin por habitante del mundo y, además de contar un pintxo oficial —el Melina Mercouri— creado por Pedro Subijana, ha incluido en su programa de la capitalidad un proyecto de creatividad entre fogones y varios eventos dinamizados por el Basque Culinary Center.
Del 11 al 21 de febrero, Time Machine Soup, un "happening lúdico para viajar en el tiempo". Y del 21 de junio al 24 de julio, Sueño de una noche de verano, con los espectadores interpretando el papel de invitados al banquete nupcial descrito en la célebre obra de Shakespeare.
Pero Euskadi presenta otra destacada novedad en Fitur: la Red de Centros Enogastronómicos de Euskadi. "En un solo folleto turístico aunamos todo: la sidra, el queso Idiazabal, el txacoli, el vino de Rioja Alavesa, la sidra y la pastelería de Gorratxategi", explica Igor Zeberio.
Toledo ha tomado el relevo de Cáceres como Capital Española de la Gastronomía (CEG) y lo ha hecho presentando un completo calendario de actividades. En abril, teatro callejero gastronómico y en junio, por ejemplo, el primer encuentro toledano de food-trucks. Cada mes, además, estará dedicado a un producto: el azafrán, los escabeches...
Mérida, por su parte, sucede a la mexicana Guanajuato como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastrómica y, al igual que Toledo, ha presentado un programa anual [PDF] repleto de ferias y festivales: el I Encuentro de Enólogos de Iberoamérica, Gastrosensaciones...
Pero, ¿por qué no integrar todas las capitalidades gastronómicas en una sola? Pedro Palacios, director de la CEG, respondió en su día que "España es un destino cualificado de turismo" y que "otros ámbitos geográficos" no están en su "campo de acción".
Cataluña también ha buscado en la gastronomía una excusa para potenciar su atractivo turístico, obteniendo un título "pionero" y defendiéndolo en Fitur, entre otras cosas, con un catálogo de 145 páginas lleno de propuestas [PDF]: pesca, museos, clases de cocina...
No hay demasiados estudios acerca del papel exacto que la gastronomía juega en el sector turístico, pero basta con darse una vuelta por Fitur para darse cuenta de que todas las comunidades autónomas la utilizan como reclamo. Castilla y León, con sus cinco rutas del vino. Asturias, con paquetes específicos para los sabores del mar o del campo. Y La Rioja, meca del enoturismo, con una novedosa oferta basada en las setas.
Galicia también ofrece experiencias de turismo marinero: desde una jornada de pesca en el mar de Lira con Pepe da Cacha, a un taller gastronómico para aprender a preparar pulpo, pasando por una visita a la lonja de O Grove o un paseo por la villa marinera de Fisterra.
Andalucía, el destino más representado en Fitur, también cuenta con una variada oferta gastronómica: la Ruta del Azúcar de Motril, el Museo de la Miel de Lanjarón, el oleoturismo en la provincia de Jaén, los restaurantes de Osuna (Sevilla) con una carta inspirada en la serie Juego de Tronos...
Málaga es, junto a San Sebastián y Barcelona, uno de los tres únicos destinos españoles seleccionados para 2016 por el influyente artículo de recomendaciones turísticas que, cada año, publica The New York Times. Y lejos de quedarse en en el recinot ferial de IFEMA, ha organizado una cena —La Noche de las Estrellas— para exhibir su idilio con Michelin.
Salvo en países que han hecho de la cocina su bandera, como Perú, el protagonismo de la gastronomía es más irregular entre los destinos internacionales. Pero Sichuan ofrece viajes gastronómicos, Bulgaria o Rumanía presumen de viñedos y en Mauritania, a falta de mercadillos, cabe la posibilidad de ir a por los dátiles en camello.
El Salvador ha presentado su Ruta del Café, la India vende visitas a las plantaciones de especias y el protagonista del stand de Bélgica es Jelle Verstraete, un maestro chocolatero que trabaja en el Choco-Story de Brujas. "Cuando hablas de Bélgica, todo el mundo piensa en chocolate y cerveza", afirma mientras esculpe una fachada.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...