Alberto Arce, periodismo "con el culo pegado a una trinchera"

Hace menos de un año, Gadafi todavía estaba vivo y la revuelta de Libia se había convertido en una guerra en la que después intervendría la OTAN. Los telediarios de medio mundo conectaban con Trípoli o Bengasi, los centros de decisión de los dos bandos combatientes. Por eso Alberto Arce decidió acudir a un lugar donde apenas había periodistas. Viajó desde Malta a la ciudad libia de Misrata donde los rebeldes estaban sitiados por las fuerzas de Gadafi.

"Era un caos total. Yo he visto a un grupo de combatientes que dos semanas antes eran estudiantes discutir durante 45 minutos bajo fuego enemigo sobre si debían atacar por la izquierda o la derecha. Y cuando por fin se deciden, paran de nuevo para contar las balas que llevan encima", recuerda Alberto Arce. En 'Misrata Calling' aparecen personajes como Omran que rechazaba el uso de la violencia y que se negaba a tomar un fusil, pero al que Arce descubrió meses después entre la marabunta de rebeldes que apaleó y mató a Gadafi. "¿Qué cosa tan asquerosa tiene la guerra para que un tipo al que aprecio y del que me siento amigo, acabe en tres meses haciendo una cosa tan inhumana y tan salvaje?", se pregunta el periodista.

En su libro 'Misrata Calling', además de relatar aquellos días, Arce lanza dardos contra los medios que desdeñan a los periodistas y también contra "esa izquierda pretendidamente antiimperialista" que llamaba mercenarios de la OTAN a los rebeldes de Misrata: "A mí me acusaban de estar haciendo reportajes pagados por la OTAN desde un estudio de Catar". 'Misrata Calling' acaba de ser publicado por la editorial 'Libros del K.O.'