China es el "mayor verdugo del mundo", según Amnistía
Un informe revela que 1.252 persoans fueron ejecutadas "legalmente" en 2007
Al menos 1.252 personas fueron ejecutadas durante 2007 en 24 países, según un informe hecho público hoy por Amnistía Internacional (AI). China, sede de los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, es "el principal verdugo del mundo", Según dicho informe titulado "Condenas a muerte y ejecuciones en 2007". Esta organización estima que actualmente hay 27.500 personas condenadas a muerte en todo el planeta.
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Las cifras del documento muestran un aumento de las ejecuciones en varios países. Irán ejecutó al menos a 317 personas; Arabia Saudí, a 143, y Pakistán, a 135, frente a las 177, 39 y 82, respectivamente, de 2006. Amnistía ha mostrado mayor preocupación por los números que se desconocen debido a la "ejecución en secreto" de muchas personas a manos del Estado en países como China, Mongolia y Vietnam.
Según AI, el 80% de todas las ejecuciones de que se tuvo noticia en 2007 se llevaron a cabo en cinco países: China, Irán, Arabia Saudí, Pakistán y Estados Unidos. Arabia Saudí fue el país con mayor número de ejecuciones por habitante, seguido de Irán y Libia.
En China, donde se realizaron un mínimo de 470 ejecuciones (AI calcula que la cifra real es más alta), la pena de muerte es secreto de Estado, por lo que sólo las autoridades chinas saben exactamente a cuántas personas se mató con la autorización oficial.
Además, en Irán, Arabia Saudí y Yemen se llevaron a cabo ejecuciones por delitos cometidos por personas menores de 18 años.
Abolición imparable
Pese a lo negativo del informe, AI considera que "la tendencia hacia la abolición de la pena de muerte a escala mundial parece imparable". Un total de 135 países son abolicionistas en su legislación desde 1990.
2007 fue el año en que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió -por 104 votos a favor, 54 en contra y 29 abstenciones- poner fin a la aplicación de la pena de muerte. Para AI, "quitar la vida a una persona con la autorización del Estado es uno de los actos más graves en que un gobierno puede incurrir". Por eso, esta organización insta "a todos los gobiernos a cumplir los compromisos contraídos en la ONU y abolir la pena de muerte de una vez por todas".
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