Polémica en Chile por un acuerdo entre Microsoft y el Gobierno
El Ejecutivo chileno firmó en mayo un acuerdo criticado por numerosos bloggers del país que consideran que se va a implantar un 'Microsoftland'
MADRID
El Gobierno de Chile firmó el pasado 9 de mayo un acuerdo con Microsoft que ha desatado una auténtica tormenta en La Red con repercusiones políticas. Los internautas del país aseguran que el acuerdo fue firmado en secreto, que no hubo un concurso público para otras compañías y que se filtró la existencia del mismo el 18 de julio, cuando el senador chileno Alejandro Navarro denunció la situación. El Ejecutivo chileno y la empresa de Bill Gates niegan las acusaciones e intentan convencer a la opinión pública de que lo que están contando los bloggers chilenos es falso.
Más información
Lo cierto es que la compañía de Bill Gates muestra en su web chilena una nota de prensa fechada en el mismo día 9 de mayo informando del texto acordado.
Además, el ministerio de Economía del país, a través de su directora de Comunicación, Milly Miranda, ha desmentido que el acuerdo fuera secreto y asegura que hubo una rueda de prensa el mismo día 9 con los periodistas como testigos para dar fe de un acuerdo que, en todo caso, servía para recibir donaciones de Microsoft y "en ningún caso era de carácter comercial", lo que justifica, según Miranda, la ausencia de un concurso público.
La Red se rebela
La novedad de este asunto es que la reacción ciudadana se ha producido en La Red, no en la calle, donde numerosos chilenos se han agrupado en el Movimiento de Liberación Digital para intentar cambiar la decisión de los políticos chilenos. Así, su forma de trabajo es la conocida como Smart mob, una forma de organización social mediante herramientas tecnológicas. Cada día recogen firmas en su web para expresar su protesta, unen sus iniciativas mediante un Wiki, y tienen un blog con las últimas novedades del tema.
Los internautas de este movimiento consideran "intolerable" la actitud del Ejecutivo chileno en este tema. Asimismo, califican la decisión del Gobierno de "atropello a la libertad de elección de los ciudadanos". Otros blogers aseguran incluso que la compañía de Bill Gates quiere convertir a Chile en su propio DisneyLand, o en este caso, MicrosoftLand.
Los puntos de la discordia
El acuerdo fue firmado por Craig Mundie de Microsoft y el titular de Economía chileno, Alejandro Ferreiro. Entre los puntos polémicos firmados, los bloggeros denuncian la exclusividad en la enseñanza en las escuelas de esta plataforma, que sea la única posible para relacionarse con la Administración, la que se beneficie de los programas públicos para la informatización de las Pymes, o la que acceda a datos del Registro Civil.
El Ejecutivo chileno ha desmentido estos puntos en un comunicado en el que subrayan que gracias al acuerdo se producirán donaciones a ONG vinculadas con la alfabetización digital. Además, desmienten, respecto al proyecto 'Domicilio Digital', que se vaya a efectuar ninguna entrega de datos a Microsoft. Por último, Alejandro Ferreiro afirma que el documento firmado "no altera la política de neutralidad tecnológica sostenida por el Gobierno, ni establece alianzas comerciales con una empresa en particular".
Reacciones al acuerdo
El ministro de Economía chileno ha afirmado por su parte que la intención del Gobierno era favorecer a los chilenos en el campo de la educación y en la lucha contra la pornografía infantil mediante un software especializado al servicio de la policía de investigaciones. Además, ve con buenos ojos el desarrollo de códigos libre porque generan más competencia.
Desde Liberación Digital aseveran por su parte que no se trata de un movimiento en contra de Microsoft ni tampoco a favor del software libre, sino que intentan agrupar a muchas personas en una discusión sobre el rol de las tecnologías de la información en el desarrollo del país.
De momento, el Gobierno chileno y Microsoft han reaccionado sorprendidos ante la repercusión del asunto en La Red a escala internacional y han mostrado su disgusto a que se dé veracidad a unas informaciones que consideran no contrastadas ni ajustadas a la realidad.