El Madrid se engancha a la Liga tras vencer al Valencia (2-1)

El Real Madrid sigue vivo en su lucha por pelear el título de Liga y subió un escalón más en el juego y en su moral tras derrotar al Valencia de forma laboriosa, en un partido que resolvió el Madrid con la casta de Sergio Ramos y la ayuda inestimable de David Beckham.

El Madrid se acuesta con 57 puntos, segundo en la tabla, a dos del líder, el FC Barcelona. El público del Bernabéu, por fin comienza a salir feliz del campo después de ver a un equipo comprometido.

Mejora semana a semana el Real Madrid. Del pobre nivel ofrecido en el invierno, a lo que se ve ahora en el Bernabéu va un abismo. A Capello le ha salido bien el invento de dar miedo al rival con Raúl y Van Nistelrooy arriba. Mientras, los jóvenes -Higuaín y Robinho-, a correr en la banda, a exprimirse que para eso son nuevos y juveniles. No le va mal a Capello con el cambio.

El Valencia fue un rival incómodo. Tener a Albelda y Albiol enfrente nunca es agradable a la hora de crear para Gago. Pero el argentino salió más o menos airoso. Buscó siempre el pase interior, a Van Nistelrooy y a Raúl, buscando el fallo de Ayala o de Moretti.

Intenso ritmo de los blancos

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A uno o dos toques como máximo. Sorprendiendo, dejando de ser previsible. Y así llegó el 1-0, en una acción colectiva, jugando de primeras, sin bicicletas, sin amagues, con vértigo, y con la aparición estelar de Miguel Torres desde la izquierda, quien con un pase al segundo palo, facilitó a Van Nistelrooy una hermosa volea que enganchó y que cruzó a Cañizares. Un soberbio gol, en suma, que hizo despertar al Valencia.

Tiene mérito Torres. Estuvo notable. Se le ve con la ilusión de Camacho, cuando en los años 70 debutó con el Madrid en el lateral izquierdo. Uno llevaba el 3 y otro el 38. Torres no es zurdo nato, es ambidiestro, y dio la cara. Aunque hoy vivió la cara y la cruz.

Morientes recortó distancias

Excepcional estuvo en el pase a Van Nistelrooy y menos fino en el minuto 51 cuando Joaquín le hizo un autopase previo al gol de Morientes.

En esa jugada, Torres pidió ayuda a Robinho en el repliegue, pero Joaquín anduvo más listo y se fue por la banda, desde donde mandó un pase magnífico a Morientes. Un 1-1 que zarandeó al Madrid durante un rato. El gol de Morientes dejó el partido en el aire hasta que Capello movió el banquillo.

El motor del Valencia sin duda, fue Silva. El canario tiró del equipo. Desde la izquierda, trazó diagonales y con el balón pegado al pie creó muchos problemas. Silva, o se va, o termina en el suelo.

Es difícil que alguien le robe el balón. Es lo más parecido a Messi que hay en España. El Valencia echó de menos a David Villa.

Sergio Ramos dio la victoria

Morientes, que volvía el Bernabéu, donde aún es muy querido en la grada, ya había avisado en el primer tiempo a Iker con un disparo seco.

Capello buscó rápido la reacción. Clavó los cambios. Dio descanso a Gago y a Higuaín. Salieron Guti y Beckham. Y la receta dio resultados. El Madrid sacó petróleo de una acción a balón parado. Un ''plátano'' de Beckham desde la derecha dio medio gol a Sergio Ramos, que de cabeza y con todo el alma, entró con el balón dentro del portal de Cañizares.

Tampoco faltó esta noche la mano de lujo de Iker. A los 81 sacó un balón de gol a Del Horno. Iker siempre suma. El Valencia jugó a la contra, con arreones, pero sin la autoridad de otras visitas al Bernabéu. El Madrid fue despedido con una ovación que no se veía desde que ganó en la primera vuelta al FC Barcelona.