¿Es casero un caldo que no está hecho en casa y se compra en el supermercado?

Barcelona

¿Cómo va a ser casero un caldo que no está hecho en casa, que está comprado en el supermercado? Mikel Iturriaga y David de Jorge han invitado a su sección a Álex Grijelmo para hablar de cuantos productos encontramos con las etiquetas de "natural", "casero", "artesano".

La columna en el diario El País concluía de forma contundente: la etiqueta casero solo puede resultar engañosa. El consumidor sabe que compra un producto mentiroso.

¿Por qué nos encontramos tantos productos con apellidos falsos como "natural", "casero", "artesano"? Porque como bien dice Álex Grijelmo, nos crean la impresión de que estamos comprando algo bueno, familiar, hecho con mimo, en pequeñas proporciones.

Mikel comentaba que hay que tener la cara muy dura para vender un producto hecho en una fábrica como "casero". El famoso "caldo casero" que anuncian en la tele tiene un 0.8% de pollo. Hay que mirar siempre la etiqueta y los ingredientes para que no te la cuelen.

A Grijelmo le indigna especialmente, la palabra casero. Nos hemos preguntado si hay fraude, también, cuando leemos en un envase que algo es cien por cien natural o que algo es ecológico. Mikel recalcaba que salvo el pescado salvaje, prácticamente nada de lo que comemos es natural. Y la única manera de comprar algo ecológico es comprarlo en temporada. Nada de sandías en enero.

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La mayoría de las panaderías sólo venden pan industrial, pero proyectan imagen de artesanía con unas espigas por aquí, un dibujo de un panadero sacando el pan del horno por allá. En Francia, donde sí valoran el pan, regularon el asunto en 1993: sólo se puede vender como "pan de tradición francesa" el que no ha sido sometido a ultra-congelación ni lleva mejorantes.

Mikel, en su blog El Comidista, hace ya tiempo clamaba también contra los restaurantes: algunos incluían, en sus cartas, ensaladilla de toda la vida, croquetas de la casa…

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