El millonario José Elías tiene 180 empresas y explica por qué nunca montaría un bar

Madrid

El empresario José Elías no es el hombre más rico de España (ahí sigue Amancio Ortega), pero sí uno de los más mediáticos de la lista Forbes. La charla que ha dado este martes en la feria Hospitality Innovation Planet (HIP), de hecho, ha sido una de las que más público ha congregado.

Con un patrimonio que ronda los 950 millones de euros, el fundador de la eléctrica Audax Renovables ha ido diversificando su fortuna y, a día de hoy, ya maneja 180 empresas, incluida la cadena de tiendas de comida congelada La Sirena. Pero en los últimos meses también ha potenciado su presencia en redes, ha reconocido que se plantea presidir el Barça y, poco a poco, se ha convertido en influencer.

José Elías nació en un barrio obrero de Badalona (Barcelona) y, después de arruinarse un par de veces, acabó amasando una fortuna, así que cuenta con una historia empresarial de lo más inspiradora, pero en sus vídeos también habla de política, de crianza o de temas de actualidad y ya supera los 700.000 seguidores entre TikTok e Instagram.

De las redes a la tienda

"Le dedico tiempo a mi marca personal porque me compensa", ha explicado. "En La Sirena vendemos cosas raras y, sobre todo, mucho pescado, así que los jóvenes, que no saben cocinar, podrían pasar toda su vida por delante sin entrar por la puerta. Yo mismo no había entrado nunca... hasta que compré la empresa. Pero, en el último año, estando en redes, la edad media de nuestra clientela se ha rejuvenecido cinco años. Los chavales, ahora, entran porque me siguen".

El empresario catalán tiene claro que "los seres humanos estamos diseñados para empatizar con otros seres humanos", pero también ha aprendido que no todo el mundo tiene la misma capacidad de atracción. La clave, en su opinión, es una mezcla de autoridad, cercanía ("yo hablo como el cuñao que se sienta en la barra del bar y la gente lo agradece") y simpatía".

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"Hay que intentar gustar al 33% al que le caes bien y chinchar al 33% que no te soporta, porque esa gente también ayuda a que tu contenido se viralice. Pero luego hay un 33% que pasa de ti: esos no nos interesan", añadió, haciendo reír al público de Ifema.

Cuesta esperar por el café

Preguntado por cuestiones relacionadas con la hostelería, Elías aseguró que "la inflación no es sostenible" y que "ser hostelero es de lo más difícil que hay". Llegó a decir, incluso, que él jamás montaría un bar o un restaurante porque le parece dificilísimo: "Una persona puede esperar cuatro horas en las urgencias de un hospital, pero ponle el café 30 segundos tarde... ¡Y es el mismo tío!".

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Para Elías, el negocio de la hostelería es francamente complicado porque te obliga a trabajar constantemente con productos perecederos, entregas inmediatas y previsión de la demanda. "Me parece jodidamente complicado saber cuántos lenguados voy a gastar el sábado", sentenció.

Otro de los asuntos que convendría revisar, en su opinión, es la concepción del sacrificio: "La inercia de la sociedad nos dice que la vida no solo es trabajar, pero el mismo tío al que no le gusta currar el sábado, luego quiere comerse una paella el sábado. ¡Eso es incompatible! Falta mucha capacidad de sacrificio, que es algo que sí había en los años 80".

¿Un trabajo para fracasados?

Su reflexión, de hecho, le llevó de nuevo a la hostelería: "Ahora parece que, si curras el fin de semana, defraudas a tu familia. Pero es que, si hasta 2008 estaba mal visto recoger olivas o trabajar en la obra, ahora parece que trabajar de camarero sea algo peyorativo o de fracasados. Si es así, o decidimos que los restaurantes abran solo de lunes a viernes... o estamos jodidos".

José Elías se considera un "emprendedor", más que un "empresario", porque lo que se le da bien no es tanto la gestión sostenida en el tiempo, sino el hecho de "empatizar, identificar una necesidad y proponer soluciones a un precio asequible".

Pero también recordó cuáles son, para él, las cinco cosas necesarias para triunfar en la vida: ser buena persona ("si dejas cadáveres en el camino, te estarán esperando"), aplicar la lógica ("memorizar ya no tiene sentido), saber sociabilizar y tener suerte. La quinta sería hablar varios idiomas, pero con los avances tecnológicos, "quizá ya no tenga sentido".