Portugal avisa del error que cometemos al lavar las fresas (y no es el que nos dijo Arguiñano)
Un experto ha querido detallar las dos mejores formas de eliminar pesticidas y microorganismos del producto antes de comerlas
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Varias fresas en una imagen de archivo / road king
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En la cocina de casa no hay duda que a cada uno le gusta cocinar a su manera, aunque de vez en cuando no viene nada mal un consejo que nos ayude a manipular mejor los alimentos que tratamos. Por ejemplo, como ocurre en este caso, a la hora de lavar algunos productos que cabe pasar por agua antes de utilizarlos para preparar un plato con ellos o degustarlos directamente.
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Las fresas son un fruto que se consume en muchos hogares y puede comerse como tal a modo de postre o merienda, o combinarlo en un yogur, en una macedonia o en cualquier dulce al que queramos darle sabor. Sin embargo, el producto es uno de los comunes en la lista Dirty Dozen, que enumera los productos agrícolas que tienen mayor probabilidad de contener pesticidas, según el Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos (EWG).
Por ello, a la hora de utilizarlas para cocinar o para comerlas en casa, es necesario lavarlas de la mejor forma para eliminar cualquier resto de pesticidas y para tratar de quitar lo máximo que se pueda la presencia de microorganismos que contengan en su piel.
Así es la mejor forma de lavar las fresas antes de comerlas
Por ello, tal y como recoge el medio portugués Executive Digest en un artículo, el experto en tecnología alimentaria y profesor asociado de procesamiento de alimentos en la Universida de Illinois recomienda que el truco perfecto para sanear las fresas antes de meterlas en la boca es sumergirlas en agua con bicarbonato de sodio, un producto de lo más común en las despensas. Si no, lo encontrarás en las estanterías de cualquier supermercado. Xu ha escrito que lo suyo es disolver unas cucharadas en un recipiente con abundante agua, remover e introducir las fresas.
"El bicarbonato de sodio ayuda a eliminar los residuos químicos y a descomponer los pesticidas que puedan quedar en la superficie de la fruta", ha afirmado Xu en un artículo publicado en el sitio web de su universidad. Si no dispones de bicarbonato o no puedes acudir a por él, otra solución que ofrece es el uso de vinagre blanco. Concretamente, pide que se mezcle media taza de este producto con una taza de agua y dejar a remojo las fresas durante unos minutos. "El vinagre es seguro para uso alimentario, fácil de aplicar y tiene propiedades antibacterianas", ha aclarado.
Tras pasarlas tanto por el bicarbonato de sodio como por el vinagre blanco, el experto ha añadido que es fundamental volver a enjuagar bien las fresas antes de comerlas para eliminar cualquier rastro de ambos productos y así poder disfrutar del verdadero sabor dulce y ácido de este fruto que para muchos es considerado todo una delicia. A modo de apunte final, Xu ha advertido que hay que pasar la cantidad exacta del producto que se va a consumir y no el paquete entero si no se va a degustar entero, ya que esto puede propiciar que se pongan en mal estado con mayor rapidez.
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El experto contradice a la forma de lavarlas que explicó Arguiñano
Estos dos métodos se oponen con el que el cocinero español Karlos Arguiñano detalló hace unos años y con el que recomendaba que sí, que las fresas había que lavarlas bien antes de comerlas, pero que nunca había que "cortarles el tallo" antes de lavarlas.
Y es que el chef más famoso de la televisión en España explicó que en caso de que cortemos el tallo antes de lavar las fresas provocaremos que entre agua en el interior de las mismas. De esta manera, la fresa perderá ese sabor tan característico y tendremos esa sensación de que han quedado demasiado acuosas.