"Antes o después se prohibirá, pero nos lo estamos comiendo": lo que la gente "prefiere no saber" sobre el tomate o la fresa
El segundo libro de Rafael Navarro de Castro habla de los principales problemas del sistema agroindustrial
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Fresas. / Cadena SER
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Madrid
En los invernaderos, como en todos sitios, hay de todo: buenas prácticas, malas prácticas... y, de vez en cuando, también delitos que atentan contra los trabajadores o contra el medio ambiente. Planeta invernadero, la segunda novela del escritor Rafael Navarro de Castro, se fija en esto último.
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El autor, que también es sociólogo y diplomado en Extensión y Desarrollo Rural, aborda dos grandes temas: la industria agroquímica y el cambio climático, pero sin dar la espalda a cuestiones como la inmigración, la explotación laboral, la violencia de género o la trata de mujeres.
La novela, al final, es un relato coral en que el autor habla a través de los ojos de Sara, una ingeniera agrónoma de 40 años que trabaja en un invernadero de "Poniente" y que ve de cerca situaciones que, por supuesto, no aparecen en las etiquetas de los productos que luego acaban en los supermercados de las grandes ciudades españolas y del resto de Europa.
¿Por qué la gente no cambia?
En una entrevista concedida a BBC, de hecho, Rafael Navarro explica por qué ha decidido poner el foco sobre la carne medicada, los cereales transgénicos, el pescado repleto de microplásticos o los tomates con pesticidas. "Si todos sabemos que están contaminados, ¿por qué seguimos comprándolos y por qué seguimos comiéndolos?", se pregunta. "¿Por qué la gente no cambia? Porque está metida en una inercia. No miras de dónde vienen las cosas. Yo no entiendo cómo no se exige. Debería verse muy claro de dónde viene cada producto y qué productos químicos tiene una naranja, unas acelgas, una lechuga o un tomate y luego que cada cual decida si se lo come o no".
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El autor considera que detrás de todo ese sistema está "el capitalismo y el productivismo" y explica que, aunque mucha gente ha abandonado las zonas rurales, el Poniente Almeriense y la Corona Norte en Huelva sí se han desarrollado tecnológicamente "porque tenían acuíferos subterráneos y buenas condiciones meteorológicas", y han sabido rentabilizar sus cultivos gracias a los invernaderos.
"Con los invernaderos consiguen producir durante todo el año. Multiplican las cosechas, multiplican la cantidad de producto. Pero todo esto tiene un coste medioambiental gigantesco, que fundamentalmente es la contaminación del suelo y del agua, la sobreexplotación de los acuíferos y una contribución al cambio climático impresionante porque todo esto se hace a base de energía y de química", asegura.
"Está en prácticamente todos los alimentos"
Este sistema, para Navarro, conlleva dos grandes problemas: la explotación laboral y la destrucción medioambiental. Pero el autor insiste en que no se trata solo de un problema de la agricultura industrial porque "la industria textil se basa en los mismos principios".
En la entrevista concedida a la BBC, Navarro reconoce que su editorial le pide que no hable mucho de pesticidas, "porque la gente prefiere no saber qué contiene la lechuga, el tomate o la fresa, porque si no, ya no comería". Pero él reivindica "el derecho a saberlo" y recuerda que "se sabe que los pesticidas son cancerígenos" o que "afectan al sistema hormonal o al sistema reproductivo".
En 2024 la Unión Europea aprobó una moratoria del glifosato de diez años más. Es el pesticida más vendido del mundo. Se sabe que es cancerígeno. En Estados Unidos ya hay sentencias que condenaron a Monsanto a pagar a agricultores que habían contraído cáncer después de utilizarlo. Estoy seguro que antes o después se prohibirá. Pero entre tanto nos lo estamos comiendo. Está en prácticamente todos los alimentos".
Hasta los 10 años, el autor vivió en una escuela de capacitación agraria dirigida por su padre y vivió rodeado de campos de trigo, maíz y animales. Más adelante se mudó a Madrid y trabajó en el sector audiovisual durante 15 años, pero desde hace años vive en Monachil, un pueblo situado en las faldas de Sierra Nevada en el que se dedica a la agricultura tradicional, la fontanería de montaña, la cría de gallinas ponedoras y el activismo ecologista. De las experiencias de sus primeros años en el pueblo y las vivencias con sus vecinos surgió La tierra desnuda, su primera novela.
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