El famoso chef que le ha prohibido a los inspectores de Michelin entrar en su nuevo restaurante
"Son unos incompetentes", asegura
Uno de los platos del menú de Marc Veyrat. / CHD
Madrid
Después de perder su tercera estrella Michelin (el máximo reconocimiento de famosa la guía roja), el chef Marc Veyrat tomó una decisión drástica e inédita hasta la fecha: demandar a los responsables de la publicación, exigir explicaciones sobre su degradación —algo que los inspectores, oficialmente, nunca dan— y, además, pedirles una compensación simbólica de 1 euro. El cocinero perdió el juicio y tuvo que pagar las costas judiciales, pero su cruzada contra la biblia de alta cocina sigue en pie, esta vez en forma de veto.
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Según ha confirmado en una entrevista concedida a la CNN, el chef francés ha puesto un pequeño cartel en la puerta de su nuevo negocio, Le Restaurant Marc Veyrat, situado en la estación de esquí de Megève, muy cerca de la frontera franco-suiza, que prohíbe la entrada a los inspectores de la Guía Michelin.
Si los responsables de la empresa de neumáticos quieren, la artimaña de Veyrat puede quedarse en agua de borrajas porque los inspectores de Michelin reservan siempre de forma anónima, pagan la cuenta y, por lo general, no se identifican. Pero la decisión del cocinero francés, que ha hecho todo lo posible por que su mandato sea público y notorio, ha causado un gran impacto en el sector.
Un menú de 450 euros
"Este año cumplo 75 años. No quiero hacer exámenes ni que me clasifiquen", ha declarado a la CNN, detallando que le privaron de la tercera estrella Michelin porque confundieron la mezcla de azafrán y quesos locales que usaba en su suflé por un cheddar. "Son unos incompetentes".
Marc Veyrat. / Le Restaurant Marc Veyrat
Marc Veyrat. / Le Restaurant Marc Veyrat
El nuevo negocio de Veyrat, instalado en un edificio de madera, cuenta con un menú degustación formado por ocho platos —incluyendo una tartaleta de langosta con flores silvestres— por 450 euros (más caro que Diverxo, por ejemplo). Pero el chef francés solo cocina "en alta definición" los jueves, viernes y sábados (para cenar). En ese mismo espacio, los domingos, la que cocina es su mujer, Christine Heckler, con una propuesta más tradicional y basada en las cocciones a la brasa, por 220 euros.
Veyrat, que a sus 74 años sigue luciendo su característico sombrero negro de ala ancha, está considerado como uno de los guardianes de la tradición culinaria francesa y durante varios años ostentó, con su restaurante La Maison des Bois, el máximo reconocimiento de la Guía Michelin.
Renuncias explosivas
Al perder la tercera estrella, sin embargo, entró en depresión y dudó públicamente de que Michelin hubiera visitado su local, exigiendo las facturas, las notas de las reuniones, la metodología utilizada y los criterios de atribución de las estrellas.
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Figurar en la guía Michelin suele ser un orgullo y una garantía para la solvencia económica de los restaurantes, pero, aunque el caso de Veyrat se ha convertido en uno de los más mediáticos del mundo, el chef francés no es el único que ha renunciado públicamente a las estrellas. Antes ya lo habían hecho el español Miquel Ruiz (La Seu), el surcoreano Eo Yun-gwon, los franceses Sébastien Bras o Frédéric Ménager.
El marbellí Dani García, por su parte, sorprendió al anunciar el cierre de su restaurante gastronómico poco después de haber conseguido su tercera estrella, aunque luego ha vuelto a aparecer en la guía con otros negocios y, de hecho, ganó dos de golpe con Smoked Room.
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