El mejor queso del mundo es portugués y está detrás una española: solo elaboran 700 quesos cada 15 días
Se produce en Soalheira, un pueblo portugués muy cerca de la provincia de Cáceres
Nuno Duarte es un quesero portugués de la aldea de Soalheira y Sonia Marroyo es una quesera española del pueblo de Piedras Albas: ambos son marido y mujer, regentan el negocio luso Quinta do Pomar y su queso ha sido elegido el mejor del mundo de entre 4.800 competidores(EFE)
Madrid
Nuno Duarte es un quesero portugués de la aldea de Soalheira y Sonia Marroyo es una quesera española del pueblo de Piedras Albas: ambos son marido y mujer, regentan el negocio luso Quinta do Pomar y su queso ha sido elegido el mejor del mundo de entre 4.800 competidores.
El queso Quinta do Pomar, el mejor queso del mundo / Quinta do Pomar
El queso Quinta do Pomar, el mejor queso del mundo / Quinta do Pomar
En una entrevista, Marroyo explica que este premio es fruto del "mimo" con el que fabrican a diario este tipo de queso de oveja. Se trata de un producto cremoso, artesanal, que solo se elabora con leche, sal y el cuajo natural de cardo, de la variedad "cynara". Este cuidado se ha visto recompensado con el galardón al Mejor Queso del Mundo de los World Cheese Awards 2024 en un evento celebrado el fin de semana en Viseu (Portugal).
En una finca ubicada en el pueblo portugués de Soalheira, perteneciente al concejo de Fundão, limítrofe con la provincia española de Cáceres, la pareja elabora cada quince días unas 700 piezas de esta variedad, conocida como queso 'Quinta do Pomar'. Después, esperan alrededor de 70 días para que el queso cure y puedan comercializarlo.
"Tiene que ser leche fresca, del día, y por eso mi marido Nuno acude a diario para recoger la leche de los ganaderos de ovino de los pueblos próximos", asegura Marroyo.
Dar con su punto exacto "no es fácil"
Elaborar este tipo de queso y dar con su punto exacto "no es fácil", ya que "hay que tener en cuenta muchos factores, como la humedad o la temperatura y, sobre todo, hacerlo muy despacio, amasarlo mucho y darle mucho mimo", insiste la maestra quesera.
Se trata de un queso muy selecto, que venden "muy rápido", especialmente en Lisboa y en puntos de la frontera hispanolusa de Cáceres, Salamanca, la región por Castelo Branco.
Su hijo Helder también colabora en la fabricación de este queso, aunque Sonia reconoce que el mayor problema al que se enfrentan en la fabricación es la falta de mano de obra cualificada, ya que se trata de zonas rurales.
Emocionada, Marroyo recuerda que todo surgió cuando decidió aprender el oficio de quesera en la Quinta do Pomar de Portugal. "Mis padres tenían una quesería en Piedras Albas y yo decidí ampliar mi formación en Quinta do Pomar, donde me enamoré del hijo del maestro quesero, Nuno", rememora la mujer. Ahora, ella y su marido son los únicos que regentan esta quesería de Portugal, que fabrica el mejor queso del mundo.
