"Quien lo compre, no sabe lo que es el cariño": el producto de supermercado con el que Arguiñano hace una reflexión sobre el tiempo en la cocina

Karlos Arguiñano empezó a cocinar de pequeño, cuando su madre, con discapacidad, le pedía ayuda en los fogones. «Ella me decía siempre qué poco fundamento tienes», recordaba este martes en la presentación de su nuevo libro, 545 recetas para triunfar (Planeta cocina). Por aquel entonces, ni los años posteriores como chaspista, podía imaginar que sus publicaciones serían año tras año las más vendidas y que estaría más de 36 años trabajando en televisión siendo líder en su franja. «Estoy en mi mejor momento», dice sin dudar a los 76 años. Cree que todo es gracias a su equipo: «La persona por sí sola tiene muy poco recorrido. Si la persona triunfa es porque tiene un buen entorno y yo lo tengo en casa con Luisi y en el trabajo». A pesar de estar en plena forma, Arguiñano ha decidido dejar el restaurante en manos de sus hijos: «Ya no estás preparado para dar de comer a 200 personas todos los días, ni físicamente ni anímicamente, pero cocinar como cocino yo, que cocino como una abuelita, para cuatro, me hace feliz». Le sigue emocionando hacer unas patatas a la riojana o unas albóndigas «que te cagas de gusto». Y en un momento deja una receta para aquellos que dicen que no tienen tiempo para cocinar y, de paso, deja uno de sus chistes: «Compras tres tajadas de bacalao desalado, pones dos dientes de ajo en aceite durante 5 minutos, lo dejas templar y en 25 minutos has hecho un bacalao al pilpil que la gente empieza a aplaudir. Si liga solo, si para pedir un baile antes había que dar más vueltas». Mucha gente se escuda en la falta de tiempo para justificar su mala alimentación. A Arguiñano, en cambio, una hora en la cocina le parece poco: «Si te pasas en crossfit una hora todos los días, pues mientras picas y mientras se están cociendo las albóndigas haces unos ejercicios. Lo que no puede ser es pensar no tengo tiempo para cocinar y un año antes coges entradas para ir a un concierto a 50 euros porque vienen los hermanos Gallagher, ¡pues haz unas albóndigas ricas para la familia en una hora!» Según va hablando, las recetas sencillas y con productos de siempre, como las que hay en su libro, se suceden: «Si es que tu echas cebolla, unas patatitas y cascas tres huevos y tienes unas patatitas revueltas con cebolla y huevo riquísimas». Por eso se echa las manos a la cabeza cuando ve algunos productos en el supermercado: «Yo no digo que no haya que comprar una tortilla de patatas hecha pero cuando veo las veo en los súper digo »el que lleve esta tortilla a casa, no sabe lo que es el cariño porque igual está hecha con cariño por alguien, pero en Castellón hace 25 días.

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Elisa Muñoz

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