En caso de intoxicación alimentaria, ¿el restaurante debe devolvernos el importe de la comida?

Madrid

En España se registran cada año alrededor de 700 brotes de intoxicación alimentaria. Es decir, una media de casi dos al día. Tal y como recoge el análisis del periodo 2007-2021 de la web Transparencia Alimentaria, las cifras varían dependiendo del año y de la comunidad autónoma. Algunas se producen en hogares particulares (36%) y otras en locales de hostelería, pero los síntomas suelen ser parecidos: vómitos, diarrea, dolor de cabeza...

El tecnólogo de los alimentos y divulgador Miguel Ángel Lurueña, conocido como Gominolas de Petróleo, señala en el libro Del ultramarinos al hipermercado que "las imprudencias con la comida son frecuentes", sobre todo con alimentos como los huevos, y aunque una de las bacterias más conocidas es la Salmonella, también hay que tomar medidas preventivas contra la Escherichia coli, la Clostridium botulinum o la Staphylociccus aureus, entre otras.

Lurueña propone algunas medidas básicas en su libro: lavarse las manos y mantener limpios los utensilios de cocina, separar los alimentos sucios o crudos de los que ya están listos para consumir, cocinar los alimentos hasta que se alcance una temperatura de 74 grados en el centro del producto durante 15 segundos, refrigerar las sobras lo antes posible y respetar las fechas de caducidad. "Con las de consumo preferente podemos ser un poco más flexibles", asegura.

Lo primero: avisar al establecimiento

A pesar de todo, las intoxicaciones siguen estando a la orden del día. Por suerte, eso sí, la mayoría se saldan con síntomas de poca gravedad que, con suerte, una buena hidratación y algo de ayuno, se resuelven en cuestión de horas. Pero tampoco está de más acudir al médico y avisar a los responsables del establecimiento o a las autoridades sanitarias para evitar nuevos casos.

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, recomienda hacerlo en todos los casos, contando siempre con un informe médico como requisito para cualquier gestión posterior. Los afectados por una intoxicación, además, tienen derecho a una compensación. "El pago bancario puede servir como justificante, pero el ticket con el desglose de los platos es mucho mejor porque, a mayor detalle, mayor facilidad para vincular la comida con la intoxicación", señala.

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"Conviene poner la situación en conocimiento del local y también comunicarles nuestra intención de presentar una reclamación por escrito, planteando que se va a solicitar una indemnización por daños y perjuicios que debería cubrir el seguro del establecimiento", asegura.

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Algunos hosteleros reaccionan disculpándose y asumiendo su responsabilidad, lo cual suele permitir una resolución amistosa. Pero otros optan por echar balones fuera y, en ese caso, Sánchez aconseja presentar una denuncia ante la administración de Consumo o Sanidad a nivel local o autonómico, y solicitar una inspección. "Puede tratarse de una irregularidad generalizada o de algo puntual debido a un producto concreto en mal estado, que es algo habitual en épocas de calores extremos, como esta", detalla.