Nick OBrien está enamorado de España y no se esconde. Su alias en la red social X, de hecho, es muy explícito: @NickLovesSpain (Nick Ama España). Pero, aunque lleva tiempo recopilando las bondades y atractivos de su país favorito, este influencer especializado en viajes acaba de publicar una suerte de hilo definitivo en el que, valiéndose de más de 30 publicaciones (ilustradas con fotos), demuestra por qué España es el mejor lugar del mundo para comer y beber. Pero su argumentación no parte del contenido de un plato o de una copa, sino de la faceta más social de la gastronomía española: «Mi tradición favorita es la sobremesa, que consiste en conversar y relajarse alrededor de la mesa después de comer y que, como dijo uno de mis seguidores, la mejor sobremesa es la que empieza después de comer y acaba justo cuando empiezas a cenar». A Nick, de hecho, no solo le gusta formar parte de una sobremesa, sino contemplarlas cuando pasea por una plaza y ve a los adultos charlando mientras sus hijos juegan en la calle. Una escena que, efectivamente, retrata a la perfección la idiosincrasia de muchos pueblos y ciudades. Pero el influencer estadounidense tampoco tarda demasiado en sacar la artillería pesada y se declara fan de la cultura de bar y sus palabras: las tapas, los pintxos, el txikiteo o los juevintxos de Pamplona, que son una opción ideal para hacer algo que a Anthony Bourdain le encantaba: comer un poquito muchas veces. Nick OBrien también destaca dos costumbres que, quizá, no generan unanimidad... pero que a él también le gustan:el botellón y las cenas tardías: «A las 10, a las 11 o incluso a medianoche». Pero en su hilo no podía faltar la referencia a que España cuenta, según la lista 50 Best, con algunos de los mejores restaurantes del mundo, señalando que es el país más representado en la lista y que cuenta con tres restaurantes en el top 4: Disfrutar (2), Diverxo (3) y Etxebarri (4). No solo eso: O Brien recuerda que Dabiz Muñoz ha ganado tres veces seguidas The Best Chef y que el sumiller Miguel Ángel Millán fue elegido como el mejor del mundo. A este entusiasta amante de España también le fascina que este sea el país con más bares por habitante del mundo, que Barcelona cuente con la mejor coctelería (Sips) y el mejor restaurante con terraza (La Isabela) del planeta, o que La Boqueria o el Mercat Central de València estén considerados dos de los mejores mercados en diferentes listas. En un hilo anterior ya había desgranado su amor por comunidades autónomas, pero a la hora de hablar de platos no ha querido olvidarse del cochinillo y el lechazo, la fabada y el cachopo, la paella, el chuletón o el Ternasco de Aragón, así como de especialidades dulces como la ensaimada, el arroz con leche, la tarta de queso del País Vasco o el quesillo canario. Nick OBrien también pone en valor que en España —con el viñedo más extenso del mundo— el vino pueda ser más barato que el agua. Pero no solo destaca el precio. También recomienda, en función de los gustos de cada uno, probar los vinos del Penedés, Ribera del Duero, Rias Baixas o Txakoli, sin descuidar la sangría, la sidra, el tinto de verano y hasta el agua con gas de Vichy Catalán, que ha recibido varios premios en su categoría. En el hilo tampoco podían faltar las referencias a productos tan icónicos como el aceite de oliva, el jamón ibérico, el queso manchego, la morcilla de Burgos, el queso Cabrales, las naranjas de Valencia o los plátanos de Canarias, así como celebraciones como la Tomatina o la Batalla del Vino de Haro. El influencer americano también asegura que Madrid se está convirtiendo en una capital gastronómica mundial, pero tampoco se olvida de que los españoles son los que más tiempo dedican a comer (2 horas y seis minutos al día) y que tienen claro de que la comida es algo que debe celebrarse tan a menudo como sea posible... con moderación y de forma saludable: «España lidera la esperanza de vida en Europa con una media de 83,3 años». En su hilo, de hecho, también hay un reproche para la web Taste Atlas y su decisión de colocar a España en el número 9 del ránking de cocinas del mundo, cayendo desde el número 3. «Eso solo puede significar una cosa: que su jurado no ha comido suficiente jamón». Ni el rey de la cuñaos lo habría podido explicar mejor.