Carme Ruscalleda: "Faltan ganas de ponerse a cocinar y hay mucha, mucha, mucha pereza"

Madrid

Cuando la cocinera catalana Carme Ruscalleda anunció el cierre del restaurante Sant Pau, en 2018, muchos dieron por hecho que se jubilaba. Pero nada más lejos de la realidad. Además de seguir apoyando a su hijo Raül Balam en el restaurante Moments (Barcelona), la chef del Maresme no para quieta: charlas en colegios, asesoramiento a empresas, apariciones en la tele...

También acaba de publicar un nuevo libro de recetas: La sartén por el mango. Lo más emocionante que le ha pasado últimamente, de todas formas, es haber sido investida —con su birrete correspondiente— doctora honoris causa por la Universitat de Barcelona.

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"Es un honor que ni siquiera soñaba. Me sentí como un pulpo en un garaje, pero también muy emocionada y feliz", explicó en el programa Gastro SER. "Hay un abrigo familiar y vecinal, pero sobre todo yo creo que es algo muy bueno para la profesión. Que la universidad nos vea como parte de la ciencia y de la cultura es algo que ayuda a transmitir conocimiento y a que esa forma de comer no se pierda".

"Ya vamos tarde"

Ruscalleda no llegó a pasar por el comedor de la UB, pero sí tiene muy claro lo que piensa sobre el catering refrigerado del que se sirven muchas escuelas, muchas facultades y muchos centros de trabajo. "Siento pena porque todo se debe al maldito dinero", señala. "En mi discurso reclamé a la Administración que ya vamos tarde. Debería haber una asignatura de Cocina y Nutrición, e incluso una de Historia de la Cocina para descubrir lo que nos corresponde como herencia. ¡Vamos cortos de conocimiento!".

Consciente de que muchos de los contenidos sobre gastronomía que los jóvenes siguen en TikTok se centran, sobre todo, en la comida rápida, Ruscalleda se muestra decepcionada: "Si te dicen que la verdura no va a triunfar es que no conocen la verdura y que no conocen la magia de unas acelgas hervidas en su punto, con un poco de patata y un chorrito de aceite de oliva".

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Según la cocinera catalana, "falta conocimiento y ganas de ponerse a cocinar, y hay mucha, mucha, mucha pereza". Una reflexión que comparte, sobre todo, ante quien usa la falta de tiempo como excusa: "¡Uy, uy, uy! Ahí sí que saco mis armas".

"¿Cuántas series estás viendo?"

"Cuando alguien me dice que no cocina porque no le gusta, respeto su decisión. ¡Faltaría más! Lo que sí le aconsejo es que se informe de lo que compra ya elaborado porque, aunque no te guste cocinar, no tienes por qué comer mal. Pero si me dice que no tiene tiempo, la primera pregunta que hago es: '¿Cuántas series estás viendo actualmente?'. Y no baja nunca de seis", dice indignada.

"Si tienes tiempo de sentarte a disfrutar de tus series preferidas, ¿por qué no preparas un estofado, un puchero o unas alubias con chorizo y pie de cerdo? ¡Eso marcha solo! Solo tienes que parar la serie de vez en cuando, levantarte y ver si todo marcha bien. Y si tienes congelador, ya tienes comida hecha para tres días diferentes".

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Para Carme Ruscalleda, que llegó a sumar siete estrellas Michelin y que en su día renunció al título de Mejor Chef Femenina del Mundo, la clave está en "poner la alimentación en la lista de cosas interesantes de tu vida". ¿Por qué? En su opinión, "porque es salud y buen rollo con los tuyos".

La cocinera catalana va más allá: "Si tienes críos en casa, debes de sentir el compromiso de descubrirles los sabores de cada temporada y también los grandes éxitos de tu zona. ¡Eso es cultura! Si luego a esos niños les gustan las croquetas y el poke bowl, de acuerdo. Peor tú ya les has formado y esos conocimientos nunca te abandonan".