Chocho
Un chocho es un árbol, una semilla, un confeti, un dulce infantil que acabaría siendo chuche, un gran follón, una persona satisfecha, encariñada con algo o con alguien, o que tiene sus facultades mentales mermadas, o un altramuz, un fruto comestible
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Madrid
El general de la Guardia Civil implicado en la trama Mediador, Francisco Espinosa, parece que tenía una amante a la que llamaba “chocho volador”. No profundizaremos en las razones del mote, pero sí en este curioso término, chocho, que en realidad son cuatro palabras homófonas con un puñado de significados. Porque un chocho es un árbol, una semilla, un confeti, un dulce infantil que acabaría siendo chuche, un gran follón, una persona satisfecha, encariñada con algo o con alguien, o que tiene sus facultades mentales mermadas, o un altramuz, un fruto comestible. Muchos niños de España han comido chochos en el recreo sin que interviniese la Fiscalía de Menores ni nadie pidiese el pin parental.
Pero sí, entre todos los significados se ha extendido el que, de manera vulgar, se refiere al órgano sexual femenino, con diferentes variantes locales en la hispanidad: chocha, chucha o chichi. Casi todos los significados de la palabra están en el diccionario desde su primera edición, hace tres siglos, pero esta última acepción sexual tardó mucho: llegó con el AVE y con los Juegos Olímpicos en 1992. Sucedió también con el sinónimo vulgar coño, que recogió ya Nebrija en 1516, usaron escritores durante casi cinco siglos, desde Quevedo a Cela, pero llegó al diccionario académico, atención, en 1984. Anteayer.