Locos
En castellano, loco sirvió desde el principio para llamar a quien pierde la razón o al imprudente, de poco juicio. Y sí, su femenino, sirvió para referirnos despectivamente al hombre homosexual
Madrid
Acabamos la semana de locura en la que hemos celebrado la radio. Y el "locos por la radio" nos inspira la palabra de hoy. Estos días hemos hablado de las palabras payaso, comedianta y teatrera, que pasaron de denominar nobles oficios a nombrar despectivamente a personas ridículas o deseosas de llamar la atención mediante engaños. Con la palabra loco sucede lo contrario, transitó de lo malo a lo bueno. No está muy clara su etimología. La RAE, entre varias opciones, opta por su origen árabe, lawqa, que vendría a designar a una persona estúpida. Y en castellano, loco sirvió desde el principio para llamar a quien pierde la razón o al imprudente, de poco juicio. Y sí, su femenino, sirvió para referirnos despectivamente al hombre homosexual.
Pero esta es solo la mitad de esta loca familia. En la otra mitad encontramos locos entre las personas enstusiasmadas o muy contentas, y entre las que sienten un gran amor por alguien o por algo. Y así uno puede estar loco de alegría, loco por una persona, loco por su trabajo o, en nuestro caso, loco por la radio... Y sí, habremos vuelto locos a nuestros oyentes. Y, cada loco con su tema, muchos habrán pensado que estamos locos de atar, y quizás alguien, a lo loco, haya pensado no volver a escucharnos ni loco. Pero no hay que preocuparse, será transitorio... y transistorio.