Meteorología
"Tropezamos con la meteorología en todas las estaciones, entre otras cosas porque con las prisas olvidamos lo evidente: que la palabra se refiere a la ciencia que estudia los meteoros y no los metereos, por eso cada vez que pronunciamos metereología, y son muchas, muere una isobara"
Madrid
Efectivamente, somos meteoro-sensibles, también en la lengua. Tropezamos con la meteorología en todas las estaciones, entre otras cosas porque con las prisas olvidamos lo evidente: que la palabra se refiere a la ciencia que estudia los meteoros y no los metereos, por eso cada vez que pronunciamos metereología, y son muchas, muere una isobara. Pero esta metátesis, semejante a dentrifico y neardental, no es la única borrasca sobre la materia.
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También tendemos a confundir la meteorología, que estudia los fenómenos atmosféricos, con la climatología, que se ocupa del clima. Y confundimos ambas ciencias con los fenómenos que estudian. Y a veces nos ponemos estupendos cuando decimos que la meteorología ha sido estupenda en las vacaciones o la climatología nos ha estropeado un viaje. Quizás, previendo el desaguisado, los académicos dieron una nueva acepción no temporal a la palabra tiempo. Así que cuando los meteoros se nos crucen en una conversación de ascensor, lo más conveniente es que hablemos, sencillamente, del tiempo.
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