Payaso
"La palabra payaso procede del italiano pagliaccio, que hacía referencia a la paja porque el vestido del personaje parecía relleno de esta caña seca. Llegó al diccionario español en 1817 para compartir espacio con los bufones, que estaban allí desde el principio"
Madrid
La palabra payaso procede del italiano 'pagliaccio', que hacía referencia a la paja porque el vestido del personaje parecía relleno de esta caña seca. Llegó al diccionario español en 1817 para compartir espacio con los bufones, que estaban allí desde el principio. Ambos personajes compartían el oficio de hacer reír con sus ademanes y gestos. Los bufones, a reyes y cortesanos en los palacios; los payasos, al pueblo llano, primero en las fiestas populares, después en el circo. En 1832, junto a la definición en castellano figuraba el latinismo 'mimus ridículus', que podía haber dado nombre a algún personaje de Astérix un siglo después.
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También compartieron payasos y bufones ese carácter peyorativo grabado a fuego en algunas palabras. Así, el payaso es una persona de poca seriedad y la payasada, una acción ridícula o fuera de lugar. Los payasos de verdad debían de ser mayoritariamente hombres, porque el femenino payasa no llegó hasta 1984 y con la advertencia de su "poco uso". También tenemos en el diccionario el anglicismo 'clown'. Los académicos intentaron castellanizarla en clon, y así figuró desde 1970 hasta 2001. Ya ha desaparecido por falta de uso. Como también desaparecieron las variantes pallaso y pallazo, ambas con elle, que figuraron fugazmente desde 1869 hasta 1914 y de las que nunca más se supo.
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