Gordo
"Hoy hemos conocido el anuncio de Lotería Nacional para animar a lo que no necesita mucho estímulo: comprar un pedacito de suerte para el sorteo del 22 de diciembre, conocido popularmente como el Gordo. Muchos pensarán que este premio se llama Gordo porque es muy grande, pero no. En realidad, parece que se llama así por un personaje creado en el siglo XVIII al que se conocía como el Enano Afortunado y que se usó para fomentar la participación en este juego de azar", la palabra del día de Isaías Lafuente
Madrid
Hoy hemos conocido el anuncio de Lotería Nacional para animar a lo que no necesita mucho estímulo: comprar un pedacito de suerte para el sorteo del 22 de diciembre, conocido popularmente como el Gordo. Muchos pensarán que este premio se llama Gordo porque es muy grande, pero no. En realidad, parece que se llama así por un personaje creado en el siglo XVIII al que se conocía como el Enano Afortunado y que se usó para fomentar la participación en este juego de azar. Como el personaje, construido a partir de bolas de lotería, tenía un aspecto regordete, sirvió de inspiración para nombrar el premio que promocionaba.
Gordo es una palabra que nos llegó del latín pero que, según Quintiliano, se originó en la Hispania romana para referirse a un estúpido. Y es curioso, porque esta acepción de gordo referida al premio es de las pocas positivas que tiene la palabra. La gordofobia se ha manifestado siempre en nuestras palabras. Durante mucho tiempo, gordo se usó para nombrar a las personas tontas o torpes. Y casi todas las frases que usan esta palabra se refieren a aspectos despectivos. Si alguien nos cae mal, nos cae gordo; estar sin gorda, es estar sin dinero; cuando estalla una pelea, una discusión ruidosa o un conflicto político o social, se arma la gorda; y cuando afirmamos no haberlas visto o tenido más gordas es que nunca nos hemos encontrado en una situación tan comprometida. En fin, esperemos que el 22 de diciembre suceda algo gordo. No sé, que caiga el Gordo aquí, por ejemplo. Esta sí que sería gorda.