Mano Lenta, productos locales cocinados a mano, con mimo y paciencia
Una apuesta por el producto cercano y la elaboración cara al público
Detalle del interior del Restaurante Mano Lenta
Vitoria-Gasteiz
Hoy hacemos una parada en el Restaurante Mano Lenta en la calle Tomás Alfaro 11 Bajo, de Vitoria. Luis Hernani, finalista como mejor cocinero del año en 2022, está acompañado por un equipo joven con más de 15 años de experiencia y un proyecto ilusionante en el que todos han puesto mucho esfuerzo y cariño.
Mano Lenta ha revolucionado la cocina gasteiztarra con lo que se ha hecho siempre, cocinar todo a mano, con mimo y paciencia. Les gusta mimar las elaboraciones y para ello utilizan ingredientes de calidad, desde el alimento más básico que es un magnífico pan amasado por artesanos para acompañar toda la comida, tapas elaboradas a diario con producto fresco, los platos de cuchara de temporada cocinados a fuego lento, la fusión de platos de diversas culturas que hacen viajar con los sentidos, o una parrilla especial que sólo se puede degustar en la casa. Trabajan atendiendo con cuidado hasta el último detalle de todos los platos.
En Mano Lenta se pueden degustar los platos de la carta, así como tapas elaboradas en el momento, raciones para compartir y tablas con los mejores embutidos y quesos del mercado. También les gusta aportar protagonismo al vino y a la cerveza, ofreciendo elaboraciones de productores nacionales e internacionales.
En los comedores se puede disfrutar de la carta. Comida de puchero de toda la vida así como elaboraciones temáticas que hacen viajar con el paladar a otras culturas gastronómicas: cocina nikkei (fusión entre comida peruana y japonesa), comida mexicana, india, africana… Todo se elabora delante del cliente para que este pueda disfrutar también de la preparación de los platos. Y, siempre que es posible, trabajan y colaboran con productores locales porque en su filosofía está la apuesta por los proyectos de calidad y de confianza.
En Restaurante Mano Lenta se han adherido a la campaña «Tantaka» que pretende reducir el consumo de botellas de plástico en la hostelería sirviendo gratis el agua del grifo en jarra de cristal, tratando de poner en valor la calidad del agua de nuestro territorio y los beneficios ecológicos de pedir agua del grifo, una práctica que ya se desarrolla en otros países europeos.
