Can Menescal de Llubí. Fem un variat!
III mostra del variat Mallorca Degusta
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Can Menescal de Llubí. Fem un variat! / Cristina Ortega
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Palma
Desde muy pequeñas, Àngela Capó, Joana Capó y Antònia Cabanelles solían ir a Sa Pobla para comer variats. “El variat era muy famoso en aquellos tiempos. Era una clara muestra de lo mejor que teníamos en nuestra cocina tradicional”. Lo explican y coinciden en recordar momentos de juego, risas y alegrías. Años después, las tres de hicieron cargo de Can Menescal, un bar de tapas de LLubí que había pertenecido al padre de Àngela y Joana.
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Cristina Ortega
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Cristina Ortega
Corría el año 2002 y todavía hoy, cuando recuerdan juntas el momento de emprender aquella aventura, muestran su sorpresa tras comprobar que el bar se ha convertido en punto de encuentro y de referencia de la buena cocina en este municipio de la comarca del Pla de Mallorca.
Este templo del variat y el buen comer llubinero ha apostado desde el primer día por elaborar una cocina tradicional, “manteniendo las raíces antiguas: todo lo hacemos nosotras, casero, incluso la ensaladilla rusa, la patata cortada y frita.. ¡Todo!”, aseguran. Y es esta voluntad de conservar lo transmitido de generación en generación la que también habla cuando vemos que la mayoría de clientes de Can Menescal “son mallorquines”. Muchos de ellos “vienen a menudo a tomar un variat. Lo preparamos y servimos todos los días”, afirman. Mientras compartimos con ellas unos platillos del variat de Can Menescal, leemos en la pizarra “Bacalao a la mallorquina, frit de pulpo, calamares rellenos”, entre platos especiales.
Los fines de semana “tenemos mucha gente de Palma. Muchos motoristas y ciclistas vienen a desayunar o a comer”, detallan Antònia, Àngela y Joana.
Los sábados “preparamos frit de cerdo, y entre semana lo hacemos de cordero, que también se puede incluir en el variat”. Y es que, coinciden, dentro de esta sinfonía de salsas y sabores de raíces mallorquinas se pueden añadir callos, lomo en salsa, champiñones, riñones o lengua con alcaparras, una de las golosinas más demandadas.
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Cristina Ortega
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Cristina Ortega
En mitad de la vorágine del servicio de un día cualquiera al mediodía, dentro de este entrañable templo llubinero aún quedan ganas y energía para compartir alguna anécdota : “Una vez, un grupo pidió unas banderillas y cuando se las servimos quedaron de piedra porque esperaban encontrar en el plato banderillas de envinagrados y las encontraron de hígado ..”. Para las tres propietarias de Can Menescal, como para tantos otros enamorados de este plato que tanto nos define, el auténtico variat debe llevar vísceras o tripería.
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Cristina Ortega
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Cristina Ortega
Publicación de El llibre del variat mallorquí. Redacción: Aina Solano/ Fotografías: Cristina Ortega/ editado por Disset Edició y Radio Mallorca.