Cardos: beneficios medicinales y nutricionales de una planta incomprendida
Conocemos la otra cara de estas plantas con mala fama en la agricultura pero, con propiedades beneficiosas y de gran belleza en la naturaleza
Cardos: beneficios medicinales y nutritivos de la planta más incomprendida
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Cuenca
Los cardos son plantas con mala fama. Son la oveja negra del campo. Sus afiladas espinas no los hacen nada simpáticos entre el resto de la vegetación silvestre. Son plagas en los sembrados y estorbos junto al camino. Sin embargo, algunos de ellos son tan comunes en nuestra flora autóctona que forman parte del paisaje. Sus colores, formas y flores aportan belleza sensorial al entorno. Además, distintas especies tienen propiedades nutritivas o medicinales.
En el espacio La Memoria de la Tierra que coordina Tirso Moreno de la empresa conquense Vestal Etnografía y de la asociación cultural Los Ojos del Júcar, y que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, hemos conocido algo más sobre estas plantas ariscas descubriendo propiedades poco conocidas pero beneficiosas.
Escardar
La RAE define el verbo escardar como arrancar y sacar los cardos y las malas hierbas de los sembrados. Esta era una de las tareas más laboriosas del calendario agrícola. Para llevarla a cabo se usaban escardillos, azadas pequeñas, y se requería a mujeres y niños que completaban el tajo durante los días de faena. Hoy en día se usan otros métodos más mecanizados o herbicidas y se estudian métodos más sofisticados con el uso del láser.
Cardo borriquero
El cardo borriquero (Onopordum acanthium) es una de las especies más comunes en nuestros campos. “En el lenguaje, uno reconoce bien lo que significa si le llaman cardo borriquero, pero los cardos no son un estorbo más allá de los sembrados”, apunta Tirso Moreno. “Son parte esencial y mágica de nuestra tierra con una cantidad de propiedades singulares y maravillosas. Son alimento, son medicina y en algunos países como Escocia son la flor nacional”.
Los cardos son un grupo de herbáceas espinosas, pero hay distintas familias: dipsacaceas, umbelíferas o compuestas. “El cardo borriquero o toba es el representante mayor de la flora de cardos de nuestra tierra”, explica Moreno. “Tiene algunas particularidades. Una de ellas es su nombre en latín: onopordum, que se traduciría por pedo de burro. Esto se debe a que si estos animales comen hojas de este cardo favorece la expulsión de los gases intestinales”.
El cuajaleches
“Hay numerosas especies de plantas que sirven para cuajar la leche y una de ellas es un cardo”, apunta Moreno. “Es el cardo cuajaleches (Galactites tomentosus), con flores moradas, muy ligero y pequeño. Poco conocido, pero que hace obras de arte como las famosas Tortas del Casar de Extremadura”.
Cardos asociados a burros, a vacas y su leche y a animales mitológicos. “Hay un género de cardos con numerosas especies como la centaurea que procede del mitológico centauro Quirón que parece que las tomó y le sentaron muy bien”, apunta Morteno.
“Pájaros tan comunes como el jilguero o colorín tienen un nombre científico como es Carduelis carduelis que deriva de la palabra cardo, lo que significa que lo que más le gusta y por lo que se volvería loco es por las semillas del cardo. Luego hay otra especie como es el cardo cuco (Carlina corymbosa) que se llama así por lo pequeño que es”.
Comestibles y medicinales
“El cardo comestible más habitual en nuestros campos es el cardillo (Scolymus hispanicus) del que se cogían los brotes tiernos, igual que los espárragos o las collejas, y se hacía un revuelto con huevos. En el sur se le conoce como tagarnina y se usa en potajes”.
Más información
La especie comestible más habitual es el cardo de huerta (Cynara cardunculus) “que se cultiva en zonas como Aragón y Navarra, cuyos tallos o pencas se cubren de tierra para que se mantengan más blancos y tiernos”, explica Moreno.
“Y si hablamos del fruto, el cardo estrella más conocido es la alcachofa (Cynara scolymus). Otro de los cardos más conocidos de nuestra tierra es el cardo mariano (Silybum marianum), con nombre religioso por algún milagro, sin duda, cuyas semillas tienen unas propiedades medicinales muy demandadas para el hígado”.
Cardenchas
En la familia de las dipsacaceas encontramos la cardencha o baño de Venus (Dipsacus fullonum). “Este es el cardo cardador que se usaba para desenredar la lana, para el cardado”, apunta Moreno.
Cardo setero
Hay una especie de cardo cuyos beneficios no los dan sus brotes, sus pencas o sus semillas sino el hongo que germina de sus raíces. Es el cardo corredor o setero (Eryngium campestre). “Son famosas y apreciadas las setas de cardo que crecen en nuestros prados en otoño, hermanada con esta especie”, apunta Moreno.
“Los cardos son esenciales en nuestra flora. A sus flores llegan multitud de insectos polinizadores, de sus semillas se alimentan las aves. Son imanen de nuestra tierra muchas veces seca, áspera y con pocas lluvias, y son nuestra memoria porque somos tierra de cardos y debemos estar orgullosos”, reflexiona Tirso Moreno. “Tenemos que abrir los ojos, acercarnos a los misterios de la naturaleza porque son nuestras raíces, son lo que somos y todos estos saberes siguen en el aíre”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...