Ribera del Duero

Lleva varias semanas sobre el terreno. Es parte de un gran impulsor de nuestro territorio como es el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero. Y reconoce que "desde fuera lo ves grande, pero cuando entras ves que lo es aún más". Su nombre es Alejandro González, y es el nuevo Director Técnico del Consejo Regulador. Un puesto relevante, y una tarea exigente, de la que está seguro dará respuesta debida a través de su experiencia. Y todo ello desde la comodidad y felicidad que aporta una comarca como la Ribera. "Sorprendentemente estoy muy asentado en Aranda y toda la comarca, aunque ya la conocía, pero no la había vivido y conocido tan de cerca como ahora. Todo el mundo me ha recibido muy bien. Soy feliz, pero me atrevo a poner el apellido de moderado. No soy pesimista pero sí precavido y estoy alerta cuando las cosas van demasiado bien para tomar bien las curvas y dificultades que lleguen", reconoce.

"Es un reto de reinvención diario estar al tanto de un colectivo grande como este. He estado al frente de la DO León durante 12 años, que no se puede comparar en magnitud pero sí en cuanto a las decisiones que hay que tomar y la idea de tener los mejores resultados posibles. Pienso que debemos estar alerta en todos los sentidos. Y el reto se renueva, es mucho más grande, pero me sentía preparado, sin ningún miedo y por ese motivo es por el que lo acepté", asevera, valorando que la Ribera "es un lugar en el que sea el departamento que sea abres la puerta y te encuentras con un profesional como la copa de un pino", por lo que "ves que hay mucha gente al volante y que hay que estar al nivel".

¿Cuáles son los desafíos y los objetivos?

"Estamos ahora en un momento de cambio, con nuestros mecanismos de control; un cambio que ha llegado tarde en la comunidad. Lo que debemos buscar e intentar es estabilidad, sobre todo con las bodegas, que son quienes 'sufren' nuestros controles. Transmitirles una manera de trabajar para que cumplan con sus obligaciones en el menor tiempo posible y que no sea una carga burocrática para ellos. Hay que saber dedicar el tiempo a cada cosa, y desde ese punto tenemos que trabajar, a ayudarles a implantar los mecanismos y que tengan tiempo para dedicarse al resto de las tareas que tengan", define González, que reitera que "todos sabemos cuál es el papel que tiene cada uno que abordar para que este barco siga navegando".