Antonio Lobato reconoce 'presiones' en los Princesa de Asturias: "Dicen 'Casa Real lo vería con buenos ojos"
El periodista deportivo desvela que la "Casa Real" quería que votase al Real Madrid, mientras él votó a Michael Jordan
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Antonio Lobato, durante un acto en 2014 / Carlos R. Alvarez/WireImage
![Antonio Lobato, durante un acto en 2014](https://cadenaser.com/resizer/v2/WICXMZIYGBONPCLCBF24V3NHKU.jpg?auth=undefined)
El periodista deportivo Antonio Lobato, especializado en Fórmula 1, pasó este martes por el programa La Resistencia, con David Broncano.
El periodista, que fue parte del jurado de los Premios Princesa de Asturias, desveló las presiones que sufren los miembros del jurado por parte de la "Casa Real". "Tú cuando llegas no propones ningún candidato, sino que te dan todas las candidaturas y tú eliges (...) Me acuerdo que una vez estaba Michael Jordan y dije, 'pues Michael Jordan', porque es un deportista de la leche, tiene historias sociales, es ejemplo para la juventud... Entonces recuerdo que... A ver, tú cuando llegas y eres jurado, hay como una especie de campaña, como una cierta influencia, para que votes en consonancia con lo que creen que sería bueno para los premios".
Ante esta afirmación, Broncano preguntó de dónde procedían esas presiones, a lo que Lobato respondió: "Bueno, te dicen, 'la Casa Real vería con buenos ojos...'. Y me dijeron que sería muy bueno que el Real Madrid se llevara el premio. Si en la primera votación hablabas en contra de lo que estaba recomendado, en la comida que había continuación te sentaban en un sitio específico para intentar que cambiaras de opinión".
Sin embargo, Lobato no cedió, según contó: "Yo insistí con Michael Jordan hasta el final, pero ganó la selección brasileña de fútbol porque al Real Madrid nos lo cargamos en la primera votación".
Las fiestas de Raikkonen
Además, contó varias anécdotas que vivió "de fiesta" con uno de los pilotos más emblemáticos de la historia de la Fórmula 1, el finlandés Kimi Raikkonen.
"En la primera, yo estaba con el equipo de la televisión en la que trabajaba y fue una fiesta en un barco después de un Gran Premio de Hungría. Estaba atracado. Y menos mal que estaba atracado porque si no Kimi Raikkonen se baja en marcha. Nosotros estábamos en la entrada y salía Kimi Raikkonen moviéndose de lado a lado, con el sello que te ponen en las discotecas en la frente y fue divertido porque todos nos hicimos fotos con él y él estaba absolutamente mamado. El día después no se pudo ir de Hungría porque había perdido la cartera y el pasaporte", narró.
"Luego recuerdo otra en Brasil y la imagen era Kimi Raikkonen tumbado boca arriba en una barra de un bar y unos tíos llenándole la boca de bebidas espirituosas", contó entre risas.