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Cómo saber si un pescado es fresco: consejos para identificarlos

No saber si un pescado es verdaderamente fresco o si se ha congelado será algo que no te volverá a pasar si sigues estos consejos para identificarlos y que no te engañen

Imagen de archivo de una pescadería / Getty Images

Imagen de archivo de una pescadería

Madrid

 ¿A quién no le gusta que el pescado esté fresco? Por desgracia no siempre suele ser así, en muchas ocasiones debido a la especie que se quiera adquirir y a la zona en la que nos encontremos, incluso la temporada del año puede convertirse en una tarea complicada. Si tienes una pescadería de confianza normalmente te avisarán de cuales son las piezas que tienen más frescas y te indicarán el mejor pescado para llevar a tu hogar.

Pero muchas personas no tienen un establecimiento de confianza, y por desgracia algunos pescaderos no siempre ofrecen sus productos con la misma frescura. Si alguna vez has vuelto a casa frustrado porque piensas que te han engañado y en realidad ese pescado estaba congelado, es muy importante que sigas estos consejos que te ayudarán a saber si realmente el pescado o marisco que vas a comprar es fresco o congelado.

Saber identificar un pescado fresco de uno congelado

Las claves para su identificación las ha ofrecido el chef Juan Llorca en una de sus publicaciones en Instagram, donde ha compartido sus trucos con sus seguidores para que, cuando vayas a comprar, no necesites a nadie que te aconseje. Cinco sencillos consejos con los que no necesitarás la ayuda del pescadero. Aunque insiste en que, si tienes una pescadería de referencia, siempre preguntes y compruebes que así es.

1. Lo primero en lo que hay que fijarse es en el olor del pescado. Esto es una de las características más identificativas, porque si el pescado está en condiciones óptimas huele a mar, como cuando te encuentras frente a una playa.

2. El aspecto será también muy importante, el cocinero recomienda fijarse en la piel, que sea brillante, con aspecto limpio y con colores vivos. Si el pescado ha sido congelado esto cambiará, y se percibirán algo más opacos.

3. Que el pescado no sea endeble, que esté firme y terso. De hecho, si aprietas su tripa con el dedo y parece duro es que el producto está fresco, pero sin embargo, si al hacer este paso se hunde dentro de la tripa, estarás ante un ser marino congelado.

4. Las agallas del pescado son también referentes para saber qué tipo de productos nos llevamos a casa. En el caso de los que no son del todo frescos su color será rosado, pero si está recién pescado se verán con un color rojo intenso. Eso sí, Llorca advierte de que en ocasiones se le inyectan a los pescados algunos productos que alteran su color para intentar estafar al consumidor y que se aprecien con un tono más vivo de lo que en realidad es.

5. Y por último, para identificar una buena pieza marina habrá que fijarse en los ojos del pescado o marisco que queremos comprar. Para saber si realmente es fresco los ojos serán brillantes y expresivos, y se notará su forma convexa con total claridad, además de un color de pupilas negro. Pero si no es así, los ojos tendrán un tono apagado y parecerán hundidos dentro de las cuencas, perdiendo su forma curva.

 
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