El perro más fiel del mundo: se pierde en un viaje con sus dueños y recorre 380 kilómetros para volver a casa
Estaba en el lugar de vacaciones de sus dueños en Saboya y logró regresar a su hogar solo
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Un perro se recorre solo 380 kilómetros para volver a su casa. / Hogo (Getty Images)
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Madrid
¿Es el perro el mejor amigo del ser humano? Eso se dice, pero lo cierto es que muchas veces lo demuestran con increíbles actos de fidelidad. Actos que cuestan creer y que dejan claro que tienen habilidades como la capacidad de orientación y de rastreo, utilizados en multitud de ocasiones para ganarse el amor de sus dueños. En Francia un perro llamado Pablo, un jagdterrier de dos años, es el ejemplo de lo que puede llegar a hacer un perro por seguir junto a sus dueños. Hasta 380 kilómetros se ha recorrido solo para volver a su casa.
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Pablo se perdió en Saboya, tras estar en el lugar de vacaciones de sus dueños. Catherine y Roger, una pareja de sesenta años, habían viajado a Italia en autocaravana y decidieron parar en Saint-Martin-de-Belleville. En la parada, su perro salió a pasear y para su sorpresa no regresó, algo poco habitual en él, según recoge el medio France Bleu. Es entonces cuando saltaron todas las alarmas de la pareja.
Dieron por perdido al perro y regresó solo a su casa
Como cuenta el portal francés, estos decidieron esperar a su mascota. "Esperamos durante horas. Incluso pasamos la noche allí, sin éxito", explican. Sin embargo, no llegaba, y por eso denunciaron su desaparición, antes de desplazarse a una casa cercana de unos familiares para no irse lejos.
La sorpresa total llegó cuando recibieron un aviso de un amigo unos días después, que se pasó por su casa en Gard para visitar su casa y vigilar que se encontraba en buen estado. Allí se encontraba Pablo, desmejorado y en malas condiciones. "Reconocí a Pablo, no lo podía creer, fue un verdadero momento de felicidad", rememora Catherine. Rápidamente regresaron a su casa y compraron un collar con GPS para que nunca más suceda y sepan dónde está. Cómo son capaces de orientarse tan bien y de acordarse del camino a casa, esa la gran pregunta de esta historia, pero lo cierto es que Pablo fue capaz de usar todos sus sentidos para volver a su hogar con sus dueños. "Se tragó casi 380 kilómetros entre Saint-Martin-de-Belleville y Bezouce, entre estos dos ejes", exclama la pareja.