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¿Quién escribió en "El grito" de Edvard Munch? Un grupo de investigadores resuelve el misterio

La diminuta inscripción a lápiz ha sido objeto de especulaciones durante muchos años, restauradores de Oslo aseguran que fue el artista quien lo escribió

Inscripción oculta en 'El Grito' de Munch. / NASJONALMUSEET/BORRE HOSTLAND (NASJONALMUSEET/BORRE HOSTLAND)

Inscripción oculta en 'El Grito' de Munch.

Madrid

"Solo podría haber sido pintada por un loco", esa casi imperceptible inscripción situada en la esquina superior izquierda de la famosa obra de Munch fue ignorada por muchos historiadores de arte. Es una frase escrita a lápiz y que puede pasar fácilmente desapercibida. Muchos pensaron que algún visitante descontento podría haber destrozado la obra en una galería, pero eran muchos los que pensaban que la autoría de esta enigmática frase era del propio artista.

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Los restauradores del Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño de Noruega, actuales propietarios de la obra, anunciaron el lunes en Oslo que habían determinado que esa frase fue escrita definitivamente por el propio artista. "Ha sido examinada cuidadosamente, letra por letra y palabra por palabra, y es idéntica en todos los aspectos a la letra de Munch", asegura Mai Britt Guleng, restauradora del museo de antiguos maestros y pinturas modernas. "No hay más dudas", añade.

Existen varias versiones de "El Grito" pero solo una contiene la inscripción

Edvard Munch pintó cuatro versiones de "El Grito" entre 1893 y 1910, representaba esa misma figura esquelética sobre un puente sosteniéndose la cara mientas gritaba de agonía. La primera versión fue pintada al temple sobre tabla con pasteles y es la única que lleva esta inscripción. En su diario, Munch escribió que la pintura representaba "una ráfaga de melancolía" acorde con la etapa que estaba viviendo en ese momento. Años después se ha convertido en un símbolo de angustia existencial y hay quien le ha puesto el sobrenombre de "la Mona Lisa del arte moderno".

La frase "solo podría haber sido pintado por un loco" no es tan grande como para que la mayoría de la gente lo note, especialmente si el cuadro se muestra en un museo detrás de un vidrio, según Guleng. Para poder estudiarlo, los investigadores utilizaron fotografías infrarrojas para hacer más visible la inscripción. "No lo escribió en letras grandes para que todos lo vieran", aseguró. "Realmente hay que mirar mucho para verlo. Si hubiera sido un acto de vandalismo, habría sido más grande".

La investigación se realizó gracias a fotografías infrarrojas que hacían la inscripción más legible

Lasse Jacobsen, un bibliotecario de investigación del Museo Munch de Oslo que trabaja con los escritos recopilados de Munch, confirmó los hallazgos de Guleng. "Las fotografías infrarrojas hicieron mucho más fácil ver las palabras y hay algunas letras en su forma de escribir que son realmente distintas, como la N o la D, que aparece al final. Entonces, cuando lo vi allí, pensé: 'Esto es Munch'".

Guleng aprovechó la oportunidad para resolver esta incógnita mientras el Museo Nacional de Noruega restauraba y examinaba el trabajo en preparación para la apertura de su nuevo museo en 2022. "Me resultó muy extraño que hubiera tan poca curiosidad sobre esta inscripción, porque es una cosa muy peculiar escribir en tu propia pintura", dijo.

Con esa inscripción, Munch pretendía tomar el control de como sería percibido

Munch probablemente escribió esta frase en 1895, según Guleng, tras su exposición en la galería Blomqvist de Oslo. La restauradora piensa que la inscripción está escrita con ironía y refleja tanto el dolor por ser atacado como el miedo a ser considerado un enfermo mental. "Al escribir esta inscripción en las nubes él tomó posesión, de alguna manera, o tomó el control de cómo iba a ser percibido y comprendido", asegura.

La locura se vinculó en muchas ocasiones con la expresión artística del siglo XIX, y formaba parte del estatus mítico de ambos artistas, segñun Maite van Dijk, una de las restauradoras de la exposición "Munch/Van Gogh" de 2015 en el Museo Van Gogh de Amsterdam. "Al escribir en la pintura en sí, Munch juega con esta parte de su imagen", añade van Dijk. "Podría ser una pregunta retórica o podría ser una declaración. ¿Quién hace la pregunta? ¿Está parafraseando al crítico o al público? Eso es pate de todo lo que está haciendo Munch. Habla de misterios y no da respuestas claras".

 
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