Una superviviente relata el estado higiénico y de seguridad del taller ilegal donde murieron 28 trabajadores
Los trabajadores murieron en el taller ilegal ahogados o electrocutados por la lluvia que entró en las instalaciones
Madrid
Según una de las supervivientes de la tragedia en el taller de confección clandestino de Tánger en el que el lunes murieron 28 trabajadores ahogados o electrocutados, el agua llegó a los dos metros de altura en el garaje, y solo diez personas fueron rescatadas con vida y trasladadas al hospital. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos en Tánger denuncia en la SER que hay muchos locales de este estilo, sin ninguna garantía, en la ciudad: "Como este lugar hay muchos en Tánger... los trabajadores no tienen ningún derecho ni seguridad social". Según cálculos periodísticos, hay más de 30.000 personas, la mayoría mujeres, que trabajan en fábricas clandestinas de textil.
Las imágenes de la tragedia, grabadas por un vecino, son desoladoras. Se escuchan los gritos desesperados y al final se ve a mujeres subidas al tejado de la entrada del patio pidiendo auxilio.
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El taller clandestino funcionaba desde hace tres años
El taller de confección siniestrado, que empleaba a unas cuarenta personas, estaba situado en el sótano de un chalé, en un barrio residencial del sur de Tánger, y funcionaba de forma continúa desde hace tres años, según los medios locales.
Una fuente de seguridad explica que la investigación judicial ya está en marcha, pero hasta el momento no ha habido ninguna detención, mientras que el dueño de la fábrica está ingresado en el hospital debido a heridas sufridas durante el incidente y se encuentra bajo la custodia policial. Algunos medios aseguraron que el gerente del taller está entre los 28 muertos, extremo aún sin confirmar.
Siendo uno de los peores accidentes laborales en los últimos diez años en Marruecos, la prensa marroquí comparó el incidente de Tánger con el incendio en la fábrica de colchones Rosamor de Casablanca en 2008, en el que murieron 55 obreros.
Los funerales de la mayoría de las víctimas -ahogadas o electrocutadas, según los primeros indicios- tuvieron lugar anoche en Tánger o en otras ciudades, algo excepcional porque los entierros no suelen hacerse en horas nocturnas, mientras que quedan aún algunos cadáveres en la morgue, dijeron fuentes de la autoridad local.
Críticas en la prensa marroquí
El rotativo francófono L'Economiste aseguró en su editorial que "la tragedia de Tánger" despierta preguntas sobre el respeto al derecho laboral, aunque precisó que sería una error atribuir la responsabilidad únicamente a los empleadores. Sin embargo, agregó que los sindicatos, las autoridades y los inspectores del trabajo cargan también su parte de responsabilidad del ascenso del sector informal que siembra riesgos en los ambientes profesionales y amenaza con catástrofes urbanas.
Por su parte, el diario en árabe Al Sabah aseguró que, además del propietario de la unidad industrial ilegal, representantes de las autoridades locales y responsables en los consejos electos serán investigados por la Justicia en relación con el incidente. Asimismo, criticó el hecho de que los trabajadores en esa unidad industrial trabajaban de forma ilegal en condiciones difíciles, sin respeto a los horarios de trabajo, y sin que estén declarados en la seguridad social.
El periódico Ajbar al Yaum lamentó que el establecimiento de fábricas ilegales en los garajes de los edificios residenciales es un "fenómeno habitual" en Tánger, y que las autoridades "hacen la vista gorda" respecto a esas irregularidades.