La Selección Española de balonmano ha debutado con empate frente a Brasil por 29-29. Los hispanos, a pesar de un comienzo desafortunado frente a los brasileños, pudieron revertir el marcador e imponerse en el segundo tramo del encuentro, sin embargo los verdeamarelos reaccionaron en los minutos finales para poner el empate en el marcador, en el primer partido de los españoles en el Mundial. Un campeonato del mundo celebrado en Egipto y marcado por la pandemia y la ausencia de público como en el resto de eventos deportivos este año. España está encuadrada en el grupo B con Túnez, Brasil y Polonia. De avanzar a la Ronda Principal se cruzará con los clasificados del grupo A, compuesto por Alemania, Cabo Verde, Hungría y Uruguay. El próximo choque será frente a Polonia el miércoles a las 20.30 horas. Sigue el partido a través de las cuentas oficiales La previa del partido La selección española masculina de balonmano iniciará este viernes (18.00 horas/Teledeporte) su camino en el Campeonato del Mundo de Egipto ante una Brasil que no ha podido esquivar al coronavirus y frente a la que espera sumar su primera victoria en el siempre complicado estreno en una cita de nivel. Ningún debut en un gran evento suele ser sencillo y el que tendrán los «Hispanos» no se presenta diferente. Los actuales doble campeones de Europa acuden como uno de los rivales a batir en un campeonato aún más complicado e imprevisible de lo que suele ser habitual y esa condición la tendrán que demostrar ya desde el principio en un Grupo B donde no existen las tradicionales «peritas en dulce». El combinado que dirige Jordi Ribera tendrá tres rivales de tres continentes diferentes y que no dejarán atisbo a la relajación. Brasil, la anterior selección que dirigió el catalán antes de aterrizar en la doble campeona del mundo, será la primera piedra de toque y posteriormente vendrán oponentes competitivos y duros como Polonia y Túnez. Además, la preparación tampoco ha sido la adecuada para un gran torneo, aunque en este caso, a favor está que España acude en busca de su tercera corona mundial tras las de 2005 y 2013 con un bloque que ya conoce muy bien, con 16 campeones de Europa hace prácticamente un año, y sólo dos novedades: Sergey Hernández, teórico tercer portero, y Rubén Marchán, un pivote que viene a suplir la baja más sensible, la de Julen Aginagalde, lastrado por problemas de espalda. Al frente, el capitán Raúl Entrerríos, superviviente del histórico título de 2005 y apurando sus últimas presencias internacionales que podrían concluir en Tokio. La selección española firmó una gran pasada década con seis medallas en doce grandes campeonatos y ahora abre una nueva con el deseo de volver a estar en la pelea por el podio mundialista, algo que no pudo conseguir ni en 2017 (eliminada en cuartos por Croacia) ni en 2019 (séptima) tras haberlo hecho en 2011 (bronce), 2013 (oro) y 2015 (cuarta). Para ello, se antoja vital empezar ganando a una Brasil que no ha podido escaparse de la amenaza del coronavirus. Así, el combinado sudamericano ha viajado a Egipto sin un jugador importante como el lateral del FC Barcelona Thiago Petrus y uno de sus porteros, Leandro Tercariol, además del seleccionador Marcus Oliveira, todos positivos, mientras que también perdió por lesión a Matheus Francisco y a Gabriel Ceretta. Estas bajas pueden afectar a un equipo que suele mostrarse competitivo, pero también es víctima de cierta irregularidad y que no ha jugado ningún amistoso para preparar el torneo. España sufrió para eliminarle en los cuartos del Mundial de 2017 (28-27) y ganó más plácidamente en la «Ronda Principal» del de 2019 (36-24), donde el combinado sudamericano firmó la novena plaza, su mejor puesto histórico.