«Parece que la Navidad empieza con la lotería», indica el profesor de Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid Roberto Garvía. Y es que una vez publicado el anuncio del Sorteo Extraordinario de Navidad, la cercanía de estas fechas señaladas se nota en el ambiente. Pese a la pandemia de coronavirus que ha marcado el 2020 –y las dudas existentes respecto a cómo y si volver a casa en Navidades–, este juego de azar sigue formando parte de nuestra rutina en dichas fiestas. Por eso, entre los gastos previstos para diciembre, «ese cae», asegura el investigador en referencia a la compra de décimos. En concreto, este año está previsto que se venda un total de 15.437.982 billetes, de acuerdo con datos de Loterías y Apuestas del Estado. Esta cifra supone que cada español invertirá 65,66 euros en el sorteo, por el que la organización prevé ingresar más de tres mil millones de euros. «Tradición». Esa es, según el sociólogo, una de las palabras clave que explican por qué cada Navidad invertimos una parte de los gastos extra en lotería. Garvía, que es autor de varios artículos de investigación sobre el popular juego de azar, dice que esta práctica está «institucionalizada». «Es un ritual», resume. Un ritual que, de hecho, se realiza en compañía: «Si estás en una peña y alguien propone que juguéis juntos a la lotería, hay una presión social para decir que sí». Aunque en este caso «el premio no es muy atractivo» en comparación con el de otros sorteos, se trata de «compartir». «Jugar en compañía es como comprar un seguro por si acaso les toca a los demás: no cuesta mucho y además te puedes hacer rico y quedas bien», apunta el profesor, que se refiere al Sorteo Extraordinario de Navidad como una «práctica social de grupo». Otra peculiaridad de la lotería navideña es que participa mucha más gente además de los apostadores habituales: «Quienes juegan solo en Navidad porque lo hacen con su familia, amigos y compañeros son los que no juegan el resto del año». A su vez, esto provoca que, aunque normalmente las loterías suelan ser «regresivas» –a menos renta, mayor gasto relativo en lotería en comparación con quienes disponen de más recursos económicos–, la inversión en este sorteo extraordinario sea «proporcional» a los ingresos: «Juegan los que nunca juegan, que son quienes tienen más dinero». Es decir, en el Sorteo de Navidad, cuanto más presupuesto se tiene, más se apuesta. A pesar de lo particular de este año, la inversión en lotería se mantiene. Será, no obstante, más baja de lo normal. El cierre de la restauración y el descenso de la movilidad, entre otras medidas para evitar la expansión del coronavirus, son factores a tener en cuenta a la hora de calibrar la disminución del gasto en participaciones en el sorteo. «Cuando hay una crisis económica, se reduce el consumo de lotería», informa Garvía que, sin embargo, asegura no poder decir «qué va a pasar». Y es que en la decisión de apostar por uno de los números incluidos en el bombo «hay muchos clics psicológicos que se encienden y que son irracionales». Esta variación de la inversión se puede observar en las cifras de consignación de lotería por habitante proporcionadas por Loterías y Apuestas del Estado. Respecto al año pasado, las estimaciones de gasto bajan algo más de un 4%. Este descenso se percibe sobre todo en comunidades autónomas como Canarias (cae un 11,56%, hasta los 41,07 euros per cápita), Islas Baleares (baja un 9,18% hasta los 38,07 euros), Navarra (desciende 7,43%, hasta los 55,19 euros) o Madrid (disminuye a 77,34 euros, un 6,54%). Aun así, las regiones en las que más se invierte por habitante son las mismas que en 2019: Castilla y León a la cabeza, con 102,15 euros; seguida de Asturias (94,80 euros) y La Rioja (92,49). Entre todos estos datos destaca el de Melilla, única región en la que se prevé que se elevará el gasto en lotería por habitante. En concreto, los melillenses pasarán de los 13,72 euros invertidos a los 14,68, un crecimiento del 7%. También se prevé un incremento en el número de billetes adquiridos por internet. Como indicaba a la SER la directora general de la plataforma online de venta de lotería Lotopía, Lucía Pascual, ha notado «mucho crecimiento», en especial desde principios de noviembre. «¿Cuánto se van a equivocar este año?», se pregunta Roberto Garvía, que considera que, en general, la consignación calculada por Loterías y Apuestas del Estado se ajusta lo máximo posible a la venta real. ¿El objetivo? Obtener beneficios y que haya un ganador «porque entonces puedes publicitarlo». Este 2020, sin embargo, la estimación no parece haber sido tan sencilla. Aun así, habrá que esperar hasta el 22 de diciembre, día en el que se celebra el sorteo, para saber quiénes son los agraciados y conocer cuál ha sido el impacto total de la pandemia en la compra de lotería.