Detenido el líder del Ku Klux Klan en Virginia por embestir con su camioneta contra manifestantes en Richmond
Rogers ha comparecido este lunes ante un tribunal tras ser detenido por los delitos de agresión y violencia
Manifestantes se reúne alrededor de la estatua de Robert E. Lee en Monument Avenue en Richmond / Getty Images
Madrid
El autoproclamado presidente del Ku Klux Klan en el estado de Virginia, Harry H. Rogers, de 36 años, ha sido detenido después de embestir con su camioneta contra un grupo de manifestantes en Richmond, Virginia, durante las protestas por la muerte durante una detención del afroamericano George Floyd.
La fiscal de Henrico, Richmond, Shannon Taylor, ha explicado a través de un comunicado difundido en redes sociales que Rogers fue arrestado el domingo por "embestir contra manifestantes pacíficos". Una persona fue atendida en el lugar tras el incidente, pero no fue necesaria hospitalización.
Rogers ha comparecido este lunes ante un tribunal tras ser detenido por los delitos de agresión y violencia, intento de hacer daño con dolo y vandalismo grave, por los que se ha dictado prisión incondicional. "Un ataque contra manifestantes pacíficos es cruel y despreciable y lo perseguiremos con toda la fuerza de la ley", ha apuntado Taylor. La fiscal ha explicado que "por su propio reconocimiento y por un vistazo somero en redes sociales, es un líder reconocido del Ku Klux Klan y propagandista de la ideología confederada. Estamos investigando si se pueden aplicar cargos por delito de odio", ha argumentado.
Richmond ha sido noticia este domingo por el derribo por parte de los manifestantes de la estatua del general confederado Williams Carter Wickham, mientras que el pasado jueves el gobernador de Virginia, Ralph Northam, ordenó la retirada de una estatua del también general confederado Robert E. Lee.
Las protestas primero en Estados Unidos y luego a nivel global comenzaron tras difundirse un vídeo en el que se puede ver como un policía blanco presiona con su rodilla el cuello de Floyd contra el suelo durante casi nueve minutos en Mineápolis el pasado 25 de mayo. El responsable de la muerte de Floyd y tres agentes más están imputados, el primero por asesinato y los otros dos por colaboración y complicidad.
