La premisa de que “el fútbol se encuentra en una burbuja a punto de explotar” parece que se ha cumplido. No lo ha hecho de forma interna, porque todos los sectores de la economía se están viendo afectados por una crisis del coronavirus que tendrá repercusiones (muchos economistas argumentan) más lesivas que la Gran Recesión de 2008. Y en la industria del fútbol hay un mecanismo que se verá gravemente afectado: el mercado de fichajes. Nuevas posibilidades se abren. Más intercambios entre clubes, mayor apuesta por la cantera, menos contrataciones. El valor económico de los futbolistas ha comenzado a decrecer. La cuestión ahora es saber por cuánto tiempo lo hará. Los equipos grandes se han caracterizado en los últimos años por dirigir su mirada sobre aquellos jugadores jóvenes con enorme proyección. Los ojos están encima de los futbolistas que han explotado en la pasada campaña y en quienes explotarán en los próximos cursos. Fichar para formar. La intención es asegurarse el futuro por partida doble. Y eso, en el mercado, es lo que más dinero mueve. Algunos números. João Félix (126 millones), Matthijs de Ligt (85), Ousmane Dembélé (125), Rodrygo (45), Kylian Mbappé (180), Reinier (30). El futuro era esto. Los Jadon Sancho, Haaland, Havertz, Upamecano, Trincao y Camavinga como protagonistas de las próximas transacciones millonarias escalando precios cada vez más altos. Seguirán siendo importantes, pero ahora, en un nuevo mundo, su valor se devalúa después de años de crecimiento. “Nada volverá a ser como antes” manifestó Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. Gay de Liébana, catedrático en Economía, dijo en El Larguero que “vamos a vivir un nuevo orden económico en el fútbol”. A nivel de dinero, no cabe la menor duda. A nivel de perfil de contrataciones, está por ver. Que el mercado se haya devaluado no tiene por qué significar invertir la política de fichajes. Está claro que los equipos más grandes de LaLiga han gastado importantes sumas de dinero para cazar el talento del mañana. Lo hacen porque saben que, si aguantan mucho, y el futbolista despega, el precio se dispara. Robinho pudo jugar varias temporadas en el Santos y hacer carrera en Brasil. Neymar también. Pero eso ya no es así. O por los menos hasta ahora. En los últimos años, han salido del país sudamericano Vinicius Junior, Rodrygo y Reinier. Cada cual más precoz y con menos experiencia. Después de ver la fragilidad económica que han mostrado los clubes tras el impacto de la crisis del coronavirus, quién sabe si los equipos seguirán centrados en esta política o priorizarán la contratación de resultado inmediato. Es muy probable que el número de jugadores finalizando contrato y marchándose a coste cero crezca en las próximas campañas. El CIES (Centro Internacional de Estudios Deportivos) ha estimado que el valor total de los traspasos de los futbolistas de las cinco grandes ligas (Premier League, LaLiga, Serie A, Bundesliga y Ligue 1) disminuirá un 28%. Además, el portal de fichajes Transfermarkt ha anunciado que se espera una caída mundial del valor de mercado de 9.220 millones de euros. “Los índices bursátiles se han desplomado, numerosos clubes podrían verse amenazados por la insolvencia y los planes de fichajes se han paralizado debido a las muchas incertidumbres que existen en la mayoría de los equipos. Ahora mismo es difícilmente concebible que los precios de los traspasos sigan aumentando en el futuro como lo han hecho en los últimos años”, explica el fundador de Transfermarkt, Matthias Seidel en la página web del portal. Solo se puede comparar esta situación con la vivida en 2008. Recesión económica y empresas registrando pérdidas tras años de bonanza. Y como solo se puede comparar esta coyuntura con la vivida hace poco más de una década, reluce un hecho entre todo lo demás. Meses después de la entrada de la crisis económica, el Real Madrid rompió el mercado gastándose más de 200 millones en los fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Xabi Alonso y Benzema. El fútbol es impredecible hasta para estas cosas.