Ocio y cultura

El cuadro perdido de Klimt que nunca salió del museo

Era uno de los cuadros robados más buscados, después de que su espectacular desaparición sin dejar rastro de la Galería Ricci Oddi en Italia en 1997 diera la vuelta al mundo

Italian police stand next to what they say is a masterpiece by Austrian artist Gustav Klimt "Portrait of a Lady" that was stolen in 1997 and was found hidden in an outside wall of an Italian gallery, in Piazcenza, Italy December 10, 2019 in this still image taken from a video / POLIZIA DI STATO (via REUTERS)

Italian police stand next to what they say is a masterpiece by Austrian artist Gustav Klimt "Portrait of a Lady" that was stolen in 1997 and was found hidden in an outside wall of an Italian gallery, in Piazcenza, Italy December 10, 2019 in this still image taken from a video

Era uno de los cuadros robados más buscados, después de que su espectacular desaparición sin dejar rastro de la Galería Ricci Oddi en Piacenza (centro de Italia) en 1997 diera la vuelta al mundo. Ahora, el "Retrato de una dama", de Gustav Klimt, ha sido descubierto en el propio museo.

Durante unas obras de limpieza y de reestructuración del muro exterior de Museo, en una cavidad protegida por una chapa y cubierta por la hiedra en todos estos años, los trabajadores encontraron una bolsa negra de basura con el cuadro dentro.

Faltan las ultimas pruebas, pero el mismo director de la Galería Ricci Oddi, Massimo Ferrari, está seguro que se trata del cuadro de Gustav Klimt que hace 22 años y 9 meses desapareció misteriosamente justo antes de su traslado para una exposición.

En la parte posterior del cuadro, cuyo valor rondaba entonces los 60 millones de dólares (unos 44,1 millones de euros), han aparecido los sellos de las exposiciones en las que la obra había sido exhibida en el pasado, explicaron los medios italianos.

Se cree que los ladrones lo colocaron allí para después recuperarlo en un segundo momento, pero el clamor internacional que suscitó el robo les hizo desistir.

El robo de la "Dama" de Klimt se produjo en febrero de 1997 y fue tan espectacular y misterioso que acabó en los periódicos de todo el mundo y en estos 22 años se han producido varios golpes de escena y pistas falsas, pero nunca los investigadores se acercaron mínimamente a quién pudo robar el cuadro.

Durante la confusión del traslado de las obras para una exposición en el Palacio Gótico de Piacenza dedicada a Klimt, la obra desapareció y el marco del cuadro apareció fuera de una de las claraboyas de la galería.

En un primer momento se pensó que los "ladrones acróbatas" podrían haber entrado y salido del museo por este estrecho tragaluz en plena luz del día, ya que por la noche existía un sistema de seguridad con alarmas.

Se llegó a investigar a los guardianes de la galería, pero las acusaciones fueron desestimadas por el juez de instrucción por falta de pruebas.

Incluso se llegó a investigar a un conocido ladrón de cuadros, que reconoció haber robado la obra, pero la policía nunca lo creyó; también se llegó a pensar que había sido robado para rituales satánicos.

En otra de las pistas falsas se llegó a pensar que formó parte del llamado "tesoro" que el ex primer ministro italiano Bettino Craxi se llevo a Túnez para escapar de la Justicia.

Y es que el 1 de abril de 1997 la policía interceptó en la frontera entre Italia y Francia un paquete destinado a Craxi en el que encontraron un supuesto Klimt, pero resultó que era falso.

Se supuso además que el robo habría tenido que ser un trabajo de encargo por parte de algún coleccionista, ya que la obra era demasiado conocida como para intentar su venta, apuntaron entonces.

Había sido el protagonista de un gran descubrimiento diez meses antes de su robo, porque gracias a una estudiante de arte, Claudia Maga, de 18 años, se supo que el cuadro escondía debajo otro cuadro del pintor austríaco.

La joven encontró mientras estudiaba las obras de Klimt un gran parecido entre "La dama" y otra pintura, la de "Retrato de una dama joven", que se creía perdida desde 1912 y que representaba a una chica con bufanda y un sombrero.

Ambas jóvenes se parecían mucho: la misma mirada, la misma sonrisa y el mismo lunar en la mejilla izquierda. Entre las varias versiones que existen se cree que el pintor se enamoró de una joven y utilizó el cuadro ya existente para pintar uno nuevo con velocidad.

La obra se ha transferido a un lugar secreto y protegido y la magistratura nombrará un grupo de expertos para que se compruebe su autenticidad y se ponga fin a un misterio que comenzó hace 22 años.

 
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