Leipzig, cuna de Wagner y la más musical de las ciudades alemanas
La ciudad natal del compositor de "La Valquiria" es también el lugar en el que floreció el talento de Bach y de Mendelssohn
Madrid
El 22 de mayo de 1813, Richard Wagner nacía en Leipzig, y la historia de la música empezaba en ese momento a cambiar para siempre. Y aunque posteriormente la figura del creador de La Valquiria, Tristán e Isolda y Parsifal pasaría a estar vinculada a otras ciudades (como Dresde, Múnich o Bayreuth), algo debió absorber el joven Wagner en sus calles, cafés e iglesias que inspiraría su genio creador. Porque esta ciudad milenaria está ligada a otros grandes nombres de la música, como Johann Sebastian Bach (que fue director musical de sus principales iglesias y del ayuntamiento en la parte final y más fructífera musicalmente de su vida, entre 1723 y 1750), Felix Mendelssohn (que fundó el conservatorio de la ciudad y dirigió su principal orquesta) y Robert y Clara Schumann (cuya casa-museo aloja conciertos hoy en día).
Thomaskirche
En la iglesia de Santo Tomás (Thomaskirche), el lugar en el que reposan los restos mortales de Bach, fue bautizado Wagner. Que los muros de este templo luterano de estilo gótico tardío han albergado mucha música lo atestiguan sus cuatro campanas, sus dos órganos y, sobre todo, su famoso coro de niños, uno de los más antiguos de Alemania (fue fundado en 1212), y que dirigió -y para el que compuso- el propio Bach. Frente a la entrada oeste de la iglesia se encuentra el imponente monumento a Felix Mendelssohn, otro de los genios que compuso para el coro de Santo Tomás y tocó en sus órganos; es una copia inaugurada en 2008 del original de mediados del siglo XIX, que fue destruida por los nazis por el origen judío del compositor.
Alte Nikolaischule
La primera escuela pública de Leipzig se puso en marcha en el siglo XVI; trescientos años después, pasaba por sus aulas un adolescente Wagner. En 2013 se inauguró en este histórico edificio una exposición permanente sobre el joven Wagner, pero la falta de artefactos históricos y su carácter básicamente textual (en alemán) hacen que sea indicada sólo para los wagnerianos más acérrimos. No obstante, el viaje no será en vano, porque el edificio cuenta con un restaurante en el que se puede degustar la cocina tradicional de Sajonia, como la que comería el compositor en su infancia y juventud. Además, está al lado de otra de las iglesias históricas de la ciudad: la de San Nicolás (Nikolaikirche), en la que Bach estrenó La Pasión según San Juan, y que cuenta asimismo con un magnífico órgano romántico. Para los interesados en historia contemporánea, fue también uno de los lugares emblemáticos en las protestas contra el régimen de Alemania Oriental en los últimos momentos de la RDA.
Ópera de Leipzig y Gewandhaus
La institución tiene más de 300 años, pero el teatro no, porque el anterior edificio fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial; en todo caso, la Ópera de Leipzig siempre ha estado muy ligada a la figura de Wagner: en Leipzig se hizo la primera representación de un ciclo del Anillo (las cuatro óperas que componen el Anillo del Nibelungo: El Oro del Rin, La Valquiria, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses) fuera de Bayreuth; en su reinaguración, en 1960, se programó como primera ópera Los Maestros Cantores de Núremberg, y tras su restauración, en 2007, la elegida para inaugurar la nueva etapa fue Rienzi. Y atención, porque prometen un hito hasta ahora sin rival: para 2022, programarán en tres semanas las trece óperas de Wagner en orden cronológico.
La reputación de Leipzig como ciudad musical se sustenta también en su famosa y antigua orquesta, la Gewandshausorchester, que tiene su sede en la misma Augustusplatz en al que se encuentra la Ópera. Entre sus directores históricos se cuentan Mendelssohn, Furtwängler, Bruno Walter o Riccardo Chailly.