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Daesh

Trump confirma que Al Bagdadi se inmoló durante una ofensiva de EEUU

Las fuerzas especiales estadounidenses llevaban dos semanas monitoreando al líder de DAESH, Al Bagdadi. El operativo se llevó a cabo el sábado por la noche, en la provincia de Idlib, cinco años después de que proclamara el autodenominado Estado Islámico

El líder del Daesh, Abu Bakr al-Baghdadi, en un vídeo grabado en abril. / Reuters TV

El líder del Daesh, Abu Bakr al-Baghdadi, en un vídeo grabado en abril.

Washington

Era uno de los hombres más buscados del mundo. Estados Unidos ofrecía 25 millones de dólares por su cabeza. Abu Bakar Al Bagdadi ha muerto durante una operación militar llevada a cabo por las fuerzas especiales estadounidenses en el noroeste de Siria, según ha informado el presidente de Estados Unidos.

“Anoche, Estados Unidos hizo justicia con el terrorista número uno del mundo”, dijo Donald Trump en un mensaje televisado. “Abu Bakar Al Bagdadi está muerto (…). Ha muerto como un perro, ha muerto como un cobarde. El mundo es ahora un lugar mucho más seguro”.

A las cinco de la tarde del sábado (hora de Washington), Trump acudió a la sala de crisis de la Casa Blanca para seguir en directo el operativo, junto al vicepresidente Mike Pence, y los jefes del Estado Mayor y Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas. Desde hace dos semanas seguían el rastro del líder de Daesh, localizado en la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía.

La operación, “peligrosa y audaz”, en palabras del presidente, duró apenas dos horas. Los efectivos estadounidenses llegaron al lugar donde Al Bagdadi se estaba refugiando. Huyó por un túnel que no tenía salida. Una vez acorralado, activó el chaleco explosivo que llevaba puesto, inmolándose y matando a tres de sus hijos que le acompañaban.

Trump ha confirmado que los expertos estadounidenses, después de retirar los escombros provocados por la explosión, localizaron restos desmembrados de su cadáver; técnicos de laboratorio hicieron pruebas de ADN en ese momento y se comunicaron de inmediato con la sala de crisis: “positivo, es una confirmación, señor”. El principal objetivo de las agencias de seguridad nacional de Estados Unidos está muerto.

Un número de seguidores de Al Bagdadi que Trump no ha querido especificar también ha fallecido en la ofensiva. Entre ellos, dos mujeres que llevaban chalecos explosivos. Otros han sido detenidos, tampoco se sabe cuántos, aunque sí que hay once niños que están siendo custodiados.

Donald Trump ha especificado que la operación ha sido llevada a cabo por Estados Unidos, aunque ha agradecido la cooperación de Rusia, Turquía, Siria, Irak y los rebeldes kurdos. Todos han colaborado dando “algún tipo de información relevante” o permitiendo el vuelo de helicópteros americanos por territorios controlados por esos países.

La muerte del líder de Daesh se produce en un momento delicado para la administración Trump, muy criticada por su propio partido, el Republicano, y por la comunidad militar, tras cambiar bruscamente la estrategia de Estados Unidos en Siria, retirando prácticamente a todos sus soldados del norte del país y permitiendo la ofensiva turca contra los kurdos que, hasta ese momento, eran los principales aliados de Washington en terreno. La semana pasada, fuentes del Pentágono alertaron de que DAESH podría usar esa coyuntura para reforzarse; el Secretario de Defensa, Mark Esper, reconoció que más de cien soldados de DAESH escaparon de cárceles kurdas tras la ofensiva turca.

Trump ha negado ante la prensa que la muerte de Al Bagdadi esté relacionada con la retirada de tropas estadounidenses. No ha confirmado qué información tenía Turquía sobre Al Bagdadi, si la tenía, o sobre el operativo que se acaba de llevar a cabo. “No queremos tener soldados en Siria y Turquía”, repitió Trump, “solo vamos a tener la presencia necesaria para proteger las fuentes de petróleo” de las que, en un futuro, ha dicho Trump, se podrían beneficiar “grandes compañías estadounidenses como Exxon Mobil”.

La muerte de Al Bagdadi no significa el fin de DAESH ni de la “lucha contra el terror” que Estados Unidos empezó en Oriente Próximo tras los atentados del 11 de septiembre. Trump es consciente de eso. Pero sabe también que va a salir reforzado, su base apoya que traiga a las tropas de vuelta a casa mientras demuestra el músculo militar estadounidense acabando con el terrorista más buscado del mundo.

 
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