Detienen a cuatro presuntos yihadistas en Gipuzkoa y Lugo
Se les acusa de hacer propaganda del ideario del Dáesh a través de redes sociales
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Presunta yihadista capturada en Lugo / Ministerio del Interior
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Madrid
Las fuerzas de seguridad del Estado han detenido a cuatro presuntos yihadistas, tres hombres y una mujer, en sendas operaciones policiales desarrolladas en Gipuzkoa y Lugo. A los detenidos se les acusa de hacer propaganda del ideario del Dáesh a través de redes sociales.
Según ha informado este martes el Ministerio del Interior, una de las operaciones ha sido llevada a cabo por investigadores de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián y se ha saldado con tres hombres marroquíes de 27 años detenidos por su presunta participación en los delitos de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo. La presunta terrorista de 45 años detenida en Lugo, ya había sido detenida por la Guardia Civil en 2018 por celebrar en redes los atentados de Barcelona y Cambrils, perpetrados en agosto de 2017.
Esta presunta terrorista, ha mostrado incluso su intención de replicar en Galicia un atentado de características similares', según el Ministerio del Interior. Tras ser investigada y dada su reincidencia y que las fuerzas del orden observan un "incremento del nivel de riesgo", la Guardia Civil procedió nuevamente a su detención "para neutralizar esta amenaza a la seguridad pública y determinar si la mujer pudiera estar siendo instrumentalizada o influenciada por alguien".
Por su parte, los otros tres detenidos en Gipuzkoa, según los investigadores formaban un grupo "homogéneo y cohesionado". Habían comenzado su actividad como consumidores de propaganda que el Dáesh publicaba en Internet y fueron aumentando su actividad virtual hasta ser ellos mismos los que difundían en sus redes sociales mensajes de incitación al odio y a la violencia.
De este modo, empleaban sus perfiles para distribuir imágenes cruentas de los conflictos bélicos sirio e iraquí, acompañadas de comentarios alentando la confrontación religiosa y la destrucción de Occidente y sus aliados. La investigación ha constatado que los detenidos "habían adquirido cierta capacidad de captación y adoctrinamiento dentro de su comunidad virtual".
Pero tras recientes operaciones policiales y ante el temor a ser detenidos, empezaron a adoptar medidas de seguridad en sus actividades y comunicaciones online. Sus movimientos virtuales descendieron, pero los investigadores averiguaron que habían empezado a interactuar en vivo con otros individuos para difundir su pensamiento radical.
La investigación se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción Número 3 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.