Negroponte: "Hay que acabar con las notas en los colegios"

Madrid

Algunas de las ideas que han revolucionado nuestra vida, como los ordenadores con pantallas táctiles, los televisores, los teléfonos inteligentes o las neveras conectadas a Internet se lanzaron, cuando aún parecían inventos sacados de una película de ciencia ficción, desde el MIT Media Lab, un laboratorio que dirigía el informático y arquitecto de origen griego Nicholas Negroponte (Nueva York, 1943).

Negroponte es profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desde 1966 y, en 1992, se implicó también en la creación una de las revistas especializadas en informática que han cambiado nuestra visión del mundo: Wired.

Con su aspecto de gentleman me recibe en un lujoso hotel de Madrid horas antes de participar, como una de las estrellas, en la primera edición de Cruce de Caminos, un encuentro que se celebra esta tarde en Madrid (organizado por Banco Caminos y Bancofar) y que reúne a grandes nombres de la cultura, la economía, la ingeniería, la geopolítica y la medicina.

En nuestro país estamos a punto de tener un nuevo gobierno. ¿Qué medida le pediría al nuevo presidente de España que adoptara nada más tomar posesión de su cargo?

Cuando me reuní por primera vez con el presidente Obama, le pedí que eliminara las notas y la segregación por edades que se hace ahora en prácticamente todos los colegios del mundo. Y esto es lo que le pediría también ahora al nuevo presidente del gobierno en España. Hay que acabar con las notas en los colegios.

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Usted es el impulsor de una iniciativa internacional única en su género: fabricar ordenadores portátiles de bajo coste (menos de 100 euros) para que puedan llegar a todos los niños del mundo. ¿Tan importante le parece que cada niño tenga su propio ordenador?

Todos los niños del mundo deberían tener un ordenador, o algo parecido, en su vida. Tanto para aprender como para jugar, porque, para mí, la diferencia entre ambas actividades (aprender y jugar) es cero. Es decir, son lo mismo.

Pero el acceso a internet es caro en muchos países del mundo y, además, la conexión no llega a muchos núcleos rurales, incluso en países desarrollados como España.

Los gobiernos del mundo deberían proporcionar acceso gratis a internet a todos sus ciudadanos, como ahora ocurre con las carreteras o con los parques. Internet debería ser parte de los derechos de la gente y esto sí provocaría un importante cambio y daría las mismas oportunidades a los ricos y pobres en todo el mundo.

¿Y qué hacemos con las personas y los grupos que están usando ahora internet para difundir a gran escala noticias falsas o mensajes racistas?

La decisión de prohibir a una persona o a un grupo el acceso a internet porque difunde mensajes racistas o xenófobos es algo difícil. Pero habría que utilizar los filtros que ya existen en las leyes y que actúan, por ejemplo, cuando alguien grita "fuego" en un cine y no es verdad. En Internet ocurre lo mismo que si gritas "fuego" en el cine.

Llama la atención que un informático y arquitecto se haya convertido también en el gurú de la biotecnología, es decir, de la edición genética. Y usted defiende que la ingeniería genética también tiene que aplicarse a los seres humanos y que esto nos dará casi superpoderes. ¿No es usted demasiado optimista?

Yo creo que con la biotecnología podremos crear seres humanos que no tengan enfermedades, que no tengan discapacidades y que tengan un poder tanto físico como mental muy superior al de hora. Esto es, sin duda alguna, lo que va ocurrir en el futuro.