Luis García Montero: "el futuro de la poesía lo marcará la gente joven que se haya formado leyendo a Lorca o Rosalía de Castro"

Madrid

De poesía y nuevas generaciones, del fomento de la lectura a través de la poesía urbana y del papel de las redes sociales en el auge de un género que tradicionalmente vivía en el papel y que tras saltar a Instagram, twitter o YouTube ha conectado con miles de lectores han hablado este jueves el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, la escritora y directora del Cervantes en Burdeos, Luisa Castro, y el periodista, escritor y poeta Sergio C. Fanjul. Un encuentro celebrado en el Teatro Real con el título de 'Poesía 4.0', organizado por el diario El País y la Cadena SER, con la colaboración de Loterías y Apuestas del Estado.

García Montero hablaba del fenómeno desde su perspectiva de profesor de literatura durante más de 40 años y lo calificaba de "muy interesante", porque "la poesía siempre ha estado pegada a la vida y a las transformaciones sociales. La transformación digital y tecnológica debe tener sus consecuencias en la poesía, y el futuro de la poesía está en la piel de la vida". Sin embargo, el poeta señalaba que "el tiempo de la poesía es el del reconocimiento, y es un tiempo mucho más lento que el de la mercantilización del usar y tirar".

"Yo escucho a estos jóvenes y estoy con las orejas abiertas, intentando aprender", decía la poeta Luisa de Castro, porque "la poesía es un género de la juventud, la energía de la juventud, del ansia y la necesidad de comunicarte y luego, con la edad, se aprende mucho y eso es lo que te da la reflexión y la lentitud y tomar con relativismo el concepto del tiempo". Sobre ese tiempo de la poesía, Castro explicaba que "cada uno tiene su ritmo, la poesía no nos exige que estemos al cabo de las modas o la publicidad, hay que ir a lo esencial, que no sea simple narcisismo".

García Montero recordaba que cuando Garcilaso de La Vega empezó a publicar sus sonetos hubo quien despreció su obra porque veía "poco poéticos los endecasílabos", unas críticas que se asemejan, en su opinión, a las que muchos vierten contra estos jóvenes poetas que publican en redes sociales.

El director del Instituto Cervantes defendía que "hay que tener paciencia y no estar en contra de lo nuevo, ni creer que lo nuevo invalida lo anterior", porque "en la literatura siempre ha funcionado el diálogo intergeneracional: el joven recibe una herencia de los mayores y la actualiza y por eso dan muy mal los resultado los cascarrabias que creen que los jóvenes son tontos, y los jóvenes adánicos que creen que no tienen nada que aprender de sus mayores".

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En estos tiempos, decía el poeta, escritor y periodista Sergio C. Fanjul, "la poesía puede hacer que nos volvamos a fijar en el lenguaje, como cuando hacemos meditación y nos concentramos en la respiración". Fanjul, cuya obra poética y periodística está fuertemente ligada a la ciudad, cree que hay indicadores que confirman que "la poesía está de moda": los versos en los pasos de cebra de Madrid, la proliferación de festivales poéticos, la apuesta por la poesía de instituciones culturales como el Teatro Fernán Gómez o que un poeta llamado César Brandon ganar un talent show televisivo.

"Ya tenemos un mainstream poético que llega a gran parte de la población", decía Fanjul y Luis García Montero añadía: "el futuro de la poesía lo va a marcar la gente joven que viva y responda a la realidad, que no crea que está inventando el mundo, sino que se haya formado leyendo a Baudelaire, Leopardi, Lorca o Rosalía de Castro".

Después de estas palabras, el grupo Marlango cerraba con su música en directo un encuentro que habían abierto cuatro jóvenes poetas leyendo sus propios versos: Loreto Sesma, David Galán (Redry), Ana Elena Pena y Miguel Gane. Todos ellos con libros publicados, todos ellos con miles de seguidores en redes.