Internacional | Actualidad

Doce partidos del Partido Popular Europeo piden la expulsión de Viktor Orban

La vieja democracia cristiana se moviliza contra el autoritarismo interior

Viktor Orbán / Bernadett Szabo (Reuters)

Viktor Orbán

Bruselas

El Europarlamento denunció en septiembre la "amenaza sistémica contra los valores de la UE" y exigió a los gobiernos la apertura del artículo 7, el procedimiento por infracción a los derechos fundamentales que puede dejar sin derecho de voto a un estado miembro. Fue una advertencia impulsada por los eurodiputados de Angela Merkel. Una advertencia de Manfred Weber. El nuevo candidato popular a presidir la Comisión Europea pidió el voto contra Orban y evitó que su grupo político quedara encasillado por el discurso agrio y sin complacencias del jefe del gobierno de Hungría.

Pero Orban ha continuado su campaña personal de desgaste contra todos los símbolos de las instituciones, no sólo con sus declaraciones en la prensa europea y muy especialmente la alemana, si no con sus campañas publicitarias donde la imagen de Juncker se mezcla en los carteles con las llegadas masivas de inmigrantes. Las peticiones para que frene su ímpetu antieuropeo no han servido de nada y esta vez su partido parece decidido a iniciar su expulsión.

La fobia antiinmigrante de Viktor Orban no es la única razón. El hombre que se plantó ante Merkel, y que desde el verano del 2015 mantiene bloqueado el consenso europeo, es también uno de los puntales con el que cuenta el entorno de Trump para organizar una auténtica neo-derecha radical. Sus guiños permanentes a Salvini, el jefe de la Liga Norte italiana con el que este verano compartió una primera cita mediatizada para dar a entender que juntos podrían componer un gran grupo político más allá del PPE, fue muy mal recibido por quienes hacia muchos días que pedían paciencia a los más críticos.

Ahora son 12 los partidos que por escrito piden al Presidente del PPE, el francés Joseph Daul, que hasta hoy lo había protegido, que le abra un procedimiento de expulsión aprovechando que el PPE celebrará en Bruselas el próximo día 20 de marzo su Asamblea Política. Ahora, Daul acepta abrir ese expediente.

Fuentes del PPE han confirmado a la Cadena SER que el número de demandas escritas pidiendo la expulsión supera las exigencias para abrir el proceso previstas dentro del reglamento del partido europeo: 7 partidos, representantes de 5 países, obligan a la dirección del PPE a decidir si acepta abrir este debate en la reunión del próximo 20 de marzo. Un debate con el que el PPE empezará su campaña europea incluso a riesgo de que esta expulsión le pueda dividir internamente, especialmente en los países del Este. Los populares de Finlandia, Suecia, Bélgica, Holanda, Portugal y Grecia consideran imposible iniciar la campaña con Orbán como amigo. Una posición que comparten los populares alemanes, decididos a cortar cualquier puente que permita dar alas a la derecha antieuropea alemana.

Un problema, quizás, para los populares de Casado, que en Estrasburgo votaron en contra de la resolución que sancionaba a Orban, o se abstuvieron, (argumentando que él los había apoyado en los peores días del desgaste exterior para Rajoy, durante la crisis catalana).

En este momento hay enorme prudencia dentro del grupo y dentro del Partido Popular Europeo, donde la dirección concentra sus esfuerzos en evitar que la expulsión de Orban abra una imposible división interna que amenace la mayoría minoritaria para las europeas que hoy les reconocen las primeras encuestas.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00