El exconsejero Gordó, a los técnicos: "Que nadie se equivoque, tiene que ganar Agbar"
Dos exaltos cargos de la Generalitat de Cataluña declaran como testigos ante el juez José de la Mata que el exconsejero de Justicia, Germà Gordó, les presionaba para amañar contratos a favor de los principales donantes de fondos a la fundación Catdem: el vehículo de la financiación ilegal de Convergència
Agentes durante el registro la sede de CDC en Barcelona / EFE
Madrid
El exdirector de la Agencia Catalana del Agua, Leonard Carcolé, y el exgerente de esta misma institución dependiente de la Generalitat, Joan Pinyol, han declarado como testigos este martes ante el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que instruye el caso de las supuestas adjudicaciones fraudulentas en el Gobierno autonómico a cambio de mordidas del 3% de los contratos, que servían para financiar a Convergència, predecesor del PdeCat.
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Ambos han reconocido que el exconsejero de Justicia Germà Gordó, cuando era secretario del Gobierno de Artur Mas en 2011, les presionó para adjudicar contratos multimillonarios a los grupos Agbar y Soler, que son respectivamente, el primer y tercer mayor donante de fondos a la fundación Catdem, desde donde supuestamente se canalizaba la financiación ilegal de Convergència.
El exgerente de la Agencia Catalana del Agua, Joan Pinyol, ha afirmado que Gordó asistió personalmente a varias reuniones para decidir el millonario concurso de la concesión de Aigües Ter Llobregat, y les espetó: “que nadie se equivoque, tiene que ganar Agbar”.
Carcolé también ha admitido las presiones para adjudicar a Soler la gestión de una depuradora, y la "hostilidad" de Gordó, ha dicho, cuando los técnicos ponían objeciones.
Aguas de Barcelona o Grupo Agbar es el principal donante de fondos a la fundación Catdem. Hasta 2011 había aportado un total de 775.000 euros. El grupo Soler ocupa la tercera posición en el listado de donantes a la misma fundación. Hasta ese año había concedido 310.000 euros. Supuestamente, las aportaciones a Catdem se correspondían con el 3% de los contratos obtenidos por parte de las empresas, y era la fórmula de Convergència para obtener financiación ilegal.
