La paciencia del tribunal del Procés

Madrid

Las continuas alusiones al Tribunal Europeo como la espada de Damocles que podría modificar la sentencia del Supremo han sido una constante aunque los letrados han olvidado, quizá intencionadamente, que el Tribunal Constitucional tendrá que revisar antes que Europa la sentencia, sea del signo que sea.

El respeto al derecho de defensa ha permitido al tribunal dejar que los abogados insistan sobre asuntos que ya se han resuelto con anterioridad como la competencia del Tribunal Supremo o la deriva política de este sumario. Los letrados, algunos con más euforia que otros como Andreu Van Der Heynde, han dicho que se han vulnerado todos los derechos fundamentales de la Constitución Española como el derecho a la intimidad, la libertad, derecho de reunión,manifestación hasta el derecho de culto por no permitir a Junqueras ir a misa los domingos estando en prisión.

El tribunal ha mostrado tolerancia absoluta al permitir que los procesados en prisión puedan intercambiar saludos y un breve contacto con sus familiares que han mostrado un respeto escrupuloso al orden en la sala.Tampoco se ha evitado que el público o los familiares puedan exhibir el conocido lazo amarillo. Jordi Sànchez es el único de los procesados que lo llevaba puesto, el resto llevaba el pin de la Generalitat El President y dos de sus consejeros, la de Justicia y de Territorio sí lucían un lazo amarillo recortado sobre cartón.

El protagonismo político lo ha acaparado el President Torra, quien se ha saludado con cortesía con el principal acusado, Oriol Junqueras y no ha dudado en darle la mano y contestarle con un convincente “todo va bien”.

En esta primera fase solo hay alegatos que responderá el fiscal y las acusacionesy posteriormente el tribunal podría contestar en sentencia. Mientras tanto, el aforismo jurídico sigue sobrevolando la escena del juicio: "Las pruebas pesan más en la balanza de la justicia que los más elocuentes discursos".

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