El rey visita por sorpresa a las tropas española en Irak
Acompañado de la ministra de defensa, Felipe VI, que hoy cumple 51 años, visita a los 500 militares españoles que apoyan a las fuerzas iraquíes en su lucha contra Dáesh
Bagdad
La visita se ha gestionado con total secretismo por razones de seguridad. Del viaje sólo estaba informado el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y la ministra Margarita Robles, que le acompaña a bordo del avión de la Fuera Aérea Española. Nada más aterrizar en Bagdad, el rey se ha reunido en una primera toma de contacto con las fuerzas especiales a las que les ha agradecido “su trabajo en favor de la paz”.
Vestido con uniforme de camuflaje Árido se ha dirigido a ellos: “siento orgullo como español y como rey por el trabajo que hacéis. Sé que es duro. Gracias por llevar nuestra bandera en el brazo y en el corazón. Gracias por lo que hacéis y cómo lo hacéis y por ayudar al pueblo iraquí, que necesita estabilidad. Con vuestro trabajo contribuis a la seguridad y la paz en el mundo”, les ha dicho el rey que ha concluido su mensaje con el deseo de una pronta vuelta a casa para recuperar la relación con la familia. Al término del encuentro informal le han cantado al rey el “cumpleaños feliz“. A lo largo de esta mañana y antes de visitar la base “Gran Capitán” de Besmayah será recibido por el presidente de Irak en el palacio presidencial.
Misión de España en Irak
Alrededor de 500 militares españoles contribuyen a la coalición internacional con el objetivo de adiestrar y capacitar a las fuerzas y cuerpos de seguridad iraquíes su lucha contra el Dáesh. Estas labores son llevadas a cabo por los instructores españoles que forman parte de la Task Forcé Besmayah, que junto con militares de otros países de la coalición proporcionan las mejores capacidades a las Fuerzas Armadas del país asiático. La coalición internacional se formó en respuesta a una solicitud de ayuda del gobierno iraquí al secretario general de Naciones Unidas para intentar frenar el avance del Dáesh en su territorio. Este grupo yihadista aprovechó la descomposición de Siria para rearmarse y ocupar una amplia zona situada entre los dos países. Se calcula que el Dáesh cuenta sólo en Irak con un mínimo de 30.000 combatientes, entre ellos 12.000 extranjeros.