Multitudinaria protesta en Atenas contra el cambio de nombre de Macedonia del Norte
Mientras que la Policía cifró la participación en unas 60.000 personas, los organizadores hablaron de más de 600.000
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Atenas
Decenas de miles de personas se dieron este domingo cita en la Plaza de Syntagma en Atenas en una manifestación de exaltación patriótica contra el acuerdo que prevé cambiar el nombre de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) por el Macedonia del Norte.
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Un mar de banderas azul y blancas cubrieron la plaza situada a los pies del Parlamento, donde los altavoces emitían el himno nacional y canciones patrióticas. Mientras que la Policía cifró la participación en unas 60.000 personas, los organizadores hablaron de más de 600.000.
La manifestación fue convocada por una plataforma nacionalista denominada Comité de Lucha por la Helenicidad de Macedonia que agrupa a asociaciones de ciudadanos, pero también de la iglesia ortodoxa, de militares, así como de griegos en la diáspora.
Personas de todas las edades y tendencias políticas se unieron en su rechazo hacia lo que consideran una "traición" a la patria griega: el acuerdo entre los Gobiernos de Atenas y Skopje para dar un nombre definitivo a la exrepública yugoslava y poner fin a un conflicto que se ha prolongado más de un cuarto de siglo.
Con pancartas en las que se podían leer consignas como "Fascistas de izquierda, manos fuera de Macedonia", "Referéndum ya sobre Macedonia" o "Macedonia solo hay una y es griega" la crispación contra el Gobierno de Alexis Tsipras era palpable.
"Macedonia es una y griega, es mi patria, es donde nací y crecí. Macedonia no puede ser Skopje, que es una comunidad eslava, que antes de la II Guerra Mundial se llamaba Vardaska. Tito la cambió a Macedonia, pero no es Macedonia. Macedonia es la patria de Alejandro Magno. Somos nosotros", afirmó a Efe Fotiní Jalastara, que vino expresamente desde Salónica, la capital de la región griega de Macedonia.
En Grecia, el sentimiento patriótico está históricamente arraigado en la sociedad, por ser un territorio pequeño que durante siglos ha estado bajo ocupaciones extranjeras y con difíciles relaciones con sus vecinos inmediatos.
La crispación es tal que algunos diputados han recibido amenazas de muerte por anunciar que respaldarán el denominado acuerdo de Prespa en la votación prevista para finales de la próxima semana.
12 heridos durante las manifestaciones
Al menos doce personas resultaron heridas durante los enfrentamientos registrados entre manifestantes y la Policía en la concentración. Según informó la Policía, diez de los heridos son agentes de las fuerzas de seguridad.
Un despliegue de cerca de 2.000 policías flanqueado por camiones colocados a modo de barricada en las calles adyacentes controló el acceso a la plaza, lo que no impidió que varios grupos de encapuchados burlaran el cordón y se enfrentaran con las fuerzas de seguridad.
Según dijo a Efe un portavoz de la Policía, los manifestantes lanzaron contra los agentes piedras, botellas, bengalas y cócteles molotov.
Las fuerzas de seguridad contestaron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras y al menos dos manifestantes, según confirmó a Efe una fuente del servicio de ambulancias, tuvieron que trasladados a hospitales.
Grupos de manifestantes violentos han incendiado además varios vehículos cerca de la citada plaza. El principal partido de oposición, la conservadora Nueva Democracia, calificó los ataques de "provocación" del "Gobierno de Syriza".
La decisión ha causado tensión en el Gobierno y oposición
El acuerdo, bautizado por el nombre del lago a cuyas orillas se firmó en junio del año pasado, ha levantado ampollas no solo en la sociedad -una encuesta publicada este domingo señala que el 66 % de la población es contraria al nombre-, sino ha causado también estragos entre los partidos de la oposición.
Además de costar la ruptura de la coalición por la marcha de los nacionalistas Griegos Independientes (ANEL), algunos de los cuales han sido expulsados por apoyar la línea de Tsipras, ha dividido a la alianza de partidos de centroizquierda, con algunos diputados que se han pronunciado claramente a favor del acuerdo.
Así las cosas, el Gobierno de Tsipras se muestra confiado en que obtendrá como mínimo la mayoría absoluta de 151 diputados que le apoyaron esta semana en el voto de confianza solicitado tras la ruptura con el líder de ANEL, Panos Kammenos.
El principal partido de la oposición, la conservadora Nueva Democracia, se ha mostrado unida en esta cuestión, todo a pesar de que en el pasado Gobiernos liderados por esta fuerza política estaban dispuestos a firmar un acuerdo de características similares.
Nueva Democracia y algunos partidos de la ultraizquierda no parecen estar tanto en contra del término Macedonia del Norte sino contra lo que, a su juicio, conlleva el acuerdo, y es el reconocimiento de una etnia y una lengua macedonia, lo que, sostienen, no elimina posibles pretensiones territoriales sobre la región homónima en el norte de Grecia.
El texto de la nota verbal remitida por Skopje tras ratificar el pasado día 11 el acuerdo, en cambio, deja claro que el gentilicio "macedonio" se refiere exclusivamente a la nacionalidad y no a una etnia -la minoría albanesa en ese país no lo hubiera consentido- y precisa que el idioma forma parte de la familia de las lenguas eslavas del Sur.