Condenado por pagar dos abonos del Real Madrid de baloncesto con dinero de la empresa
Cargó a las cuentas de la empresa dos abonos y una tarjeta de simpatizante del club blanco
Se le absuelve de otro desfalco de casi 20.000 euros en las cuentas de la sociedad
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Imagen de archivo de un partido de baloncesto / Chema Moya (FE)
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Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido dejar en tres meses de cárcel la condena de un hombre que pagó con dinero de su empresa dos abonos del Real Madrid de baloncesto y una tarjeta de simpatizante del club blanco por un valor total de 415 euros. Los jueces le absuelven de otro desfalco de casi 20.000 euros en las cuentas de la empresa del que también había sido acusado en un primer momento.
Según la sentencia, el acusado entró en 2006 como socio en una empresa dedicada a las reformas y la pintura en la localidad madrileña de Leganés. Poco después, y teniendo acceso a una de las cuentas de la empresa, empezó a pagar algunos gastos con dinero de la sociedad: dos abonos del Real Madrid de baloncesto para esa temporada por un valor total de 385 euros y una tarjeta de simpatizante del club blanco por otros 30 euros más.
En un primer momento un juzgado de lo penal de Getafe le impuso un año de cárcel por administración desleal pero ahora es la Audiencia Provincial de Madrid la que deja su condena en tres meses de presidio y la obligación de pagar a su antigua empresa los 415 euros que gastó en el Real Madrid con dinero de la sociedad, habiendo consignado ya 533 euros.
Casi 20.000 euros
La sentencia supone una rebaja sustancial de su primera condena y se ciñe sólo al pago de los abonos del Real Madrid. La sentencia de primera instancia le impuso un año de prisión y además la obligación de pagar a su antigua empresa 18.000 euros por extender dos letras de pago a una empresa que no tenía ninguna relación con la suya.
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Audiencia Provincial de Madrid / Alberto Pozas
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Audiencia Provincial de Madrid / Alberto Pozas
Este extremo queda eliminado al entender la Audiencia Provincial que no hay pruebas que demuestren qué destino dio a ese dinero y si no lo utilizó finalmente en beneficio de la empresa. La sentencia “no ofrece certeza alguna sobre el destino que dio a las sumas obtenidas” y es imprescindible “acreditar que no se destinó a pagos derivados del giro o tráfico propio de la empresa” para condenarle por apropiación indebida.