Japón reanuda la caza comercial de ballenas

Madrid

A partir de julio, los barcos japoneses volverán a cazar ballenas para poder vender su carne en los mercados pesqueros, una práctica comercial que la Comisión Ballenera Internacional prohibió en 1982.

Sin embargo, en realidad, Japón siempre ha estado cazando a las especies más grandes de nuestro planeta, aunque utilizaba para ello la excusa de su “interés científico”. Por ejemplo, en una de sus últimas campañas en la Antártida la flota ballenera nipona capturó a más de 300 rorcuales aliblancos.

"En su larga historia, Japón ha usado a las ballenas no sólo como una fuente de proteína, sino también para una variedad de propósitos diversos", ha confesado en rueda prensa el portavoz del Gobierno nipón.

¿Caza restringida?

Pero en su anuncio de hoy, el ejecutivo japonés ha asegurado también que no cazarán ballenas en las aguas que rodean el Polo Sur, uno de sus grandes santuarios, sino en “en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva”.

Japón era miembro de la Comisión Ballenera Internacional desde el 1951, pero no está solo, porque Islandia y Noruega también están fuera de esta comisión y siguen cazando ballenas con fines comerciales.

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Protestas

La organización ecologista Greenpeace ha lamentado la decisión de Japón de reanudar la caza comercial de los grandes cetáceos, pero Pilar Marcos, la responsable de la campaña de biodiversidad, en declaraciones a la Cadena SER, no cree que más países imiten el “mal ejemplo de los balleneros japoneses”.

En los últimos años, las reuniones de la Comisión Ballenera estaban dominadas por el duro enfrentamiento entre los países protectores (como Australia, Estados Unidos y la Unión Europea) y un grupo de pequeños estados liderado por Japón, que reclamaba el fin de la moratoria.