El Vaticano encuentra huesos que podrían ser de la niña Emanuela Orlandi
Se han descubierto restos de cadáveres bajo el pavimento de la sede de la Nunciatura apostólica en la capital italiana
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Entrada a la nunciatura de la Santa Sede en Roma (Italia). / FABIO FRUSTACI (EFE)
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Roma
La familia Orlandi, residente en el Vaticano cuando en 1983 desapareció su hija Manuela, de 15 años, no ha abandonado nunca la búsqueda de la adolescente. Cada vez que se han hallados restos humanos en alguna iglesia de Roma ha pedido que se verifique si corresponden al ADN de la joven y lo ha pedido también en esta ocasión tras descubrirse uno o dos cadáveres bajo el pavimento de la sede de la Nunciatura apostólica en la capital italiana.
Para el periodista del diario La Repubblica de Roma, Emiliano Fittipaldi, podría tratarse de Manuela Orlandi y de otra joven, Mirella Gregori, también de 15 años, ambas desaparecidas con un mes de diferencia hace 35 años, si bien no hay ningún elemento que pueda acreditar por ahora esta hipótesis y no queda descartado que sean antiguas sepulturas de tiempos en los que era tradicional el entierro en basílicas.
Desde 1983, la Fiscalía italiana ha investigado sin éxito todos los indicios que pudieran esclarecer la desaparición de las dos estudiantes, desde la implicación de servicios secretos del antiguo bloque comunista, de la mafia, de agentes de la gendarmería vaticana a un giro de prostitución de lujo con menores de edad, entre antiguos altos cargos o jerarcas del Vaticano, sin resultados concretos.