Excursiones escolares para combatir el euroescepticismo en Hungría

Budapest

Lukas, uno de los organizadores de la excursión y del curso, explica que muchos de los estudiantes viven en zonas rurales o poco pobladas, donde el conocimiento de los temas europeos es más susceptible de verse influenciado por la propaganda euroescéptica.

Juli, de 18 años, dice que ya conocía el funcionamiento de la Unión Europea, pero que la charla le ha ayudado a entenderlo mejor. "Gracias a la UE mantenemos mejores relaciones con el resto de países europeos, recibimos fondos para el desarrollo rural y también contribuimos al desarrollo de otros países. Por supuesto que es bueno para nosotros, asegura. Pero no sólo los estudiantes aprenden de este curso de dos horas.

"Al contrario de lo que pasa en países como España, muy a menudo los profesores no entienden bien los beneficios de pertenecer a Europa. Muchos nacieron fuera de la UE, por eso es tan importante seguir haciendo este curso", explica Lukas. La experiencia está siendo muy positiva, explican desde la sede del Parlamento Europeo en Hungría. Entre el 80 y el 90% de críticas que reciben en las encuestas son positivas, y muchos colegios están tan contentos con la iniciativa que piden repetir.

Para poder seguir, explica Lukas, es necesaria más financiación. La inversión no cuesta más que una excursión a un parque temático, pero los beneficios, a la larga, son altísimos.